El Villarreal se llevó el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra por su efectividad en el tramo final, con los goles de Espinosa y Uche, y cuando el once zaragocista ya había sufrido muchos cambios que retocaron su más que aseada figura gran parte del partido ante un enemigo, no se olvide, que está varios escalones por encima y con billete de Europa League. El estreno ante una Romareda donde se notó el puente y en la que hubo en torno a 4.000 aficionados dejó buenas sensaciones del Zaragoza, comandado por Javi Álamo y afilado en Adán Pérez, autor del gol y de incomprensible salida se mire por donde se mire, pero también intenso, consistente en defensa y en la portería hasta el tramo final.

Con el debut de Cabrera en la zaga, junto al canterano Vallejo, de excelso nivel, por cierto, el Zaragoza salió bien plantado atrás, con Ruiz de Galarreta como timón y con Adán por detrás de Muñoz, que también dejó buenas sensaciones arriba, sobre todo en la primera mitad. Víctor quiere que su equipo sea intenso y compita y el Zaragoza lo hizo desde el principio. Es verdad que Whalley sacó un cabezazo de Víctor Ruiz y un disparo de Bruno y que Cani quiso lucirse en su casa, pero el equipo local también enseñó las uñas. Víctor Ruiz tuvo que cortar un avance de Muñoz tras gran pase de Galarreta y Adán Pérez no llegó por poco a un centro de Álamo.

El canterano, sin embargo, sí acertó en un envío de Rico que bajó Álamo de cabeza para que Adán batiera a Asenjo. Haya las fichas que haya, el mediapunta merece un sitio en este equipo. Pedro fue el más discreto de una zona de ataque donde Muñoz pudo levantar a la grada de sus asientos con una vaselina tras una jugada personal.

ÁLAMO PROTAGONISTA

La segunda parte comenzó con el Villarreal más metido buscando el gol, que rozó Víctor Ruiz en un disparo que dio en Paglialunga. Víctor apostó por Porcar y colocó a Álamo en punta. El canario aumentó más su capacidad de incordiar a la zaga rival. Pedro y sobre todo el recién salido Barkero, pitado lo mismo que Adán fue ovacionado y que remató a bocajarro y a las manos de Juan Carlos, no aprovecharon dos buenos servicios de Álamo, que acabó desfondado y también aplaudido en su despedida. A Álamo le ha perseguido la mala suerte hasta ahora, pero parece haber llegado su momento.

Siete cambios hizo el Villarreal a falta de 23 minutos y entre ellos estuvieron Espinosa, Cheryshev y Uche, el trío que dejó el poso de amargura sobre el buen partido zaragocista. Mientras Kilian no aprovechó un buen servicio de Barkero para cerrar la victoria local, Uche sí marcó a placer tras una jugada entre Cheryshev y Espinosa, que batió después a Whalley con un disparo a pase de Uche en un gol en el que el árbitro pudo pitar fuera de juego posicional.

Al Zaragoza le queda mucho por andar, le faltan refuerzos arriba y ha vivido una pretemporada llena de provisionalidad, pero ofreció una imagen que invita al optimismo. Con esta intensidad, con la voluntad y el espíritu competitivo, hay mucho ganado en una Segunda tan discreta. Y eso vale mucho más que la derrota con el Villarreal.