Mucho más lento de lo esperado, con el retraso que siempre provoca los tiempos que marca Agapito Iglesias, todavía muy presente, al menos hasta que Fernando Molinos acabe de aterrizar, pero las caras nuevas de este Zaragoza ya deberían llegar esta semana, porque el inicio de la pretemporada, que dará comienzo el 5 de julio, está a la vuelta de la esquina y el conjunto aragonés todavía no ha logrado inaugurar el capítulo de altas. Así, el deseo es que en pocos días se puedan abrochar las operaciones más avanzadas, que serían las de tres jugadores del Rayo: Arribas, Armenteros y Javi Fuego. Con todo, la debilidad económica con la que el Zaragoza está abordando la confección de su plantilla no ofrece ninguna certeza de que el deseo se convierta en realidad.

Arribas, que también tiene una oferta de Osasuna, llegaría para reforzar la zaga. El Zaragoza, que ya ha negociado personalmente con los agentes del jugador, confía en cerrar su contratación, que podría ser por tres temporadas, aunque desde el entorno del central no son tan optimistas. También Armenteros tiene mejores ofertas que la zaragocista, pero el aval de Manolo Jiménez apunta a ser decisivo para un jugador que, como Arribas, llegaría libre. Con Javi Fuego está todo muy avanzado con el centrocampista y, dado que le queda un año en el Rayo, habría que abonar una pequeña cantidad al club vallecano, que podría rondar los 500.000 euros.

El Zaragoza ha tanteado muchas otras opciones. Montañés es un candidato firme para la banda, pero esa negociación con el Alcorcón va más despacio y la entrada en escena del Granada o el Levante pueden alejar definitivamente al jugador. Gusta mucho Salva Sevilla, pero resta negociar con el Betis, con quien le quedan dos años. Las negociaciones más difíciles, como la de Cani --o incluso Romaric--, todavía están en fase inicial, aunque el deseo de Agapito y de Jiménez es que el regreso de Cani sea la bandera de este proyecto.

LA CONTINUIDAD De los cedidos del año pasado, la continuidad más probable es la de Pablo Álvarez, que negocia su rescisión con el Catania. La prioritaria es la de Apoño, pero el Málaga lo tasó en 3 millones. La presión del futbolista está asegurada, pero el club andaluz de momento no baja. Y por ahí es ahora imposible. A Jiménez también le gustaría que siguiera Micael, pero su alta ficha es un hándicap. Su destino puede ser volver a Portugal.