José Enrique se mostró crítico ayer con la temporada que está realizando el Real Zaragoza. Tanto es así que afirmó que vino «con un objetivo que era meternos entre los seis primeros y no ha sido así». «Hace un año estaba en el Liverpool y este año ha quedado tercero en la Premier. Soy feliz aquí, mi novia también, es una ciudad que me gusta, pero la situación no es la mejor», agregó dejando un mensaje incierto sobre su futuro a pesar de tener un año más de contrato. Aún así, afirmó que no es algo que «me haya planteado» y que hablará con Lalo Arantegui al final de temporada porque «me preocupa que el equipo se salve».

Por ello, el valenciano no dudó en calificar la campaña de «desastrosa» o «para olvidar» ya que «el equipo no ha estado a la altura esta temporada». De todos modos, el central aseguró que entiende la reacción de la grada con pitos y gritos hacia los jugadores y el palco porque «igual que ellos están mosqueados, nosotros también». «Soy el primero que quiero pegarme un puñetazo a mí mismo y a alguien también. Nos han empatado en el último minuto, algo que ha pasado un montón de veces este año, y si sumas esos puntos podrías estar en promoción de ascenso. Duele mucho», añadió.

Sobre el encuentro ante el Girona, a pesar de que ambos conjuntos necesiten un empate, José Enrique recalcó que «vamos allí a sacar los tres puntos. No nos podemos fiar de nadie y necesitamos sacar el máximo número de puntos posibles para salvarnos cuanto antes».

Elogios a Láinez / El defensa del Real Zaragoza cree que el técnico César Láinez «ha sido la máxima diferencia en la mejoría del equipo» y no dudó en hacer autocrítica al recalcar que «en los últimos partidos hemos fallado nosotros». «Nos está pasando todo el año lo de que nos están marcando goles en los últimos minutos y creo que él lo único que ha hecho ha sido mejorar el equipo», destacó.

Precisamente sobre la pérdida de puntos al final de los encuentros, el central no cree que el apartado físico tenga que ver, sino que depende más de que, al perder la posesión, «nos encerramos atrás, no somos compactos, no defendemos bien y nos cuesta mucho». Por último, el valenciano reconoció que se encuentra más cómodo de central en vez de lateral porque «es un puesto en el que te cansas menos».