Ángel Martínez es ambicioso y sabe a qué club llega. No mencionó la palabra ascenso en ningún momento, pero la deslizó. Parece que sea tabú hablar de subir a Primera, vistas las expectativas creadas y la realidad expuesta después, pero aún así, él quiere pelear por ello. El objetivo mínimo es «que al final estemos donde todos pensamos, en los puestos de privilegio y conseguir el objetivo mayor que todos sabemos». «Cualquier jugador que viene a Zaragoza sabe que el objetivo son los puestos de privilegio e intentar devolver al club donde se merece. Después de 59 temporadas en Primera no sería casualidad que estuviera otra vez», agregó. Claro y cauteloso al mismo tiempo en el día de su presentación con la blanquilla.

Para ello, el lateral tiene claro el camino a seguir: «Sé que es un equipo histórico y nos tenemos que exigir todos para dar el máximo», es decir, ponerse el mono de trabajo. Lo que sí que afirmó es que ya tiene ganas de enfundarse la blanquilla y comenzar la pretemporada. «Estoy muy ilusionado y con muchas ganas de que llegue el día 10 de julio y lo que se dice con palabras, demostrarlo con hechos», destacó el lateral.

Sobre sus principales cualidades en el terreno de juego, Ángel Martínez destacó que lo primero para él es «guardar bien mi zona y dar seguridad defensiva». Después, aunque no menos importante, le gusta «subir al ataque» cada vez que puede, así como «asociarme con mis compañeros y centrar. Cuando mandas un balón al área pasan cosas».

Sobre su posición preferida, Ángel tiene claro que donde se encuentra más cómodo es en el lateral zurdo, puesto en el que ha desarrollado la totalidad de su carrera deportiva. «Cuando llegué a Reus venía jugando de central, pero he jugado de lateral toda mi carrera y ahí es donde me encuentro más cómodo», recalcó.

Elogios a Natxo / Después de dos temporadas en el conjunto catalán en las que estuvo a las órdenes de Natxo González, esta nueva campaña en el Real Zaragoza volverá a estar el lateral izquierdo a las órdenes del técnico vitoriano. «Estoy contento de que esté Natxo porque con él sé al cien por cien que el equipo va a encajar muy poco. Es un entrenador que domina muy bien el aspecto defensivo, trabaja muy bien en función del rival, pero el equipo juega al fútbol y tiene posesión. A pesar de ser un entrenador que tiene buenos números defensivos, es competitivo, no se casa con nadie y busca rendimiento», comentó. Y añadió: «Me ha demostrado que tiene confianza y yo se la he devuelto con rendimiento. Le debo todo, llegúe con él a Reus en Segunda B, ascendimos al equipo, llegamos al fútbol profesional y siguió confiando en mí así que estoy muy contento y sé que lo va a hacer muy bien»

La presencia de Natxo González en el club aragonés es una liciente y un motivo de peso para que Ángel se decantase finalmente por la disciplina blanquilla, pero no fue el único. El barcelonés reconoció que al final de temporada, para estar centrado en la competición, su agente le puso encima de la mesa varias opciones y «de lo que tenía no tuve ninguna duda de venir a un club histórico, con la masa social que tiene, por lo bonito que es el reto y lo que se juega. Elegir fue fácil».

Con respecto a los que serán sus nuevos compañeros para el próximo curso, el lateral afirmó estar «muy contento de ver la plantilla que se está formando de jugadores con hambre y mucha calidad». Según Ángel, lo importante va a ser que ese vestuario resultante sea «un grupo», y viene «gente que hace cohesión». Incluido él mismo, ya que llega «con la máxima humildad a trabajar, a hacer equipo y entre todos conseguir el objetivo que nos pongamos».

De todos modos, es consciente de que durante el largo trayecto que supone una temporada, va a haber altibajos en el rendimiento y en los resultados y ahí es cuando se tendrá que ver de qué pasta está hecha la plantilla, algo que en esta campaña ya finalizada ha sido de suspenso. «Va a ser muy duro para todos los equipos. En los momentos que no sean tan buenos tenemos que estar unidos. Si el grupo trabaja, está unido y sale a ganar estoy convencido de que la afición va a sentir orgullo de su equipo».

Esa fue una parte de la ecuación de la fórmula secreta del rendimiento del Reus, un debutante en Segunda División y con el presupuesto más bajo de la categoría que en ningún momento de la campaña pisó la zona roja y peligrosa de la clasificación. «Era la primera temporada del Reus en Segunda y el objetivo era la permanencia. Finalmente cumplimos y antes de tiempo el que nos habíamos marcado», comentó sobre el pasado año, el primero de Ángel en la cateogoría de plata. Ahora, le toca cubrir el carril zurdo de La Romareda.