Bien es sabido que los partidos que juega el Real Zaragoza en El Sadar son otra cosa. Siempre especiales, diferentes la mayoría de las veces, alguna vez trascendentes. Mañana puede ser uno de estos, por aquello de que una victoria del conjunto aragonés en Pamplona serviría como impulso natural hacia la parte alta de la tabla, además de contrastar la mejoría del equipo y alejar al Osasuna, en teoría un rival directo en la pelea por el ascenso, a 7 puntos. Y ese regusto... Una victoria podría poner la diferencia a la temporada. No dudó ayer Ranko Popovic en verlo de la igual. "Es importante meterse entre los primeros, mental y físicamente. Es uno de los partidos más importantes de la temporada porque te da puntos, confianza, moral... un empuje más. Es bonito meterse en los playoff y luego tratar de seguir sumando para mirar arriba".

El técnico es consciente, además, de que no es un buen campo para el Zaragoza, que solo ha logrado una victoria en El Sadar en los últimos 30 años. "Estoy tratando de alumbrar un camino para ser capaces de cambiar la historia. Son tres puntos fundamentales y hay que tratar de conseguirlos de cualquier manera deportiva", dijo Popovic, seguro de que la clave pasa "por la cabeza" de los jugadores. "Hay que esperar un partido fuerte, pero vamos a tratar de imponer nuestro juego y mantener la portería a cero".

El técnico pidió ayer a sus futbolistas que eleven su exigencia más allá de las mañanas en la Ciudad deportiva. "Estamos mejorando cada día. Los chicos crecen con el paso del tiempo y ahora tenemos más opciones de poner a la gente en su sitio. Nos salen las cosas más o menos bien, pero quiero que los jugadores entiendan que el entrenamiento no se hace solo aquí, que hay que hacerlo también en casa, pensando en lo que han hecho y en lo que pueden mejorar".

El Zaragoza espera encontrarse una atmósfera fuerte como todas las temporadas, e incluso está previsto que nieve. "El ambiente del tiempo y todo lo demás hay que jugarlo con la cabeza. Por dentro hay que prepararse como si se juega en las mejores condiciones. Es un partido de rivalidad de dos equipos en un campo en el que no hemos salido muchas veces con la cabeza alta, es cierto. Espero que los jugadores lo tengan en cuenta, pero no como presión sino considerando lo privilegiados que son de jugar este partido".

Respecto al Osasuna, Popovic explicó que mantiene "un buen bloque y su ventaja es que en su campo la gente los apoya a tope". "No tienen dudas, viven con ellos, mueren con ellos. Eso nos gustaría que nos pasara a nosotros, aunque hay que merecerlo también", explicó el serbio, que repitió que es difícil que Borja y Willian puedan jugar juntos. "Están los dos con cuatro tarjetas y eso me condiciona, estoy maniatado. De todas maneras, es bueno tener gente en el banquillo que te mantenga el nivel. Antes no podía ser, pero ahora estamos mejor en ese aspecto".