Poco trabajo le queda a la dirección deportiva en materia de incorporaciones para las últimas horas del mercado, algo inusual desde hace varias temporadas en el Real Zaragoza, al menos en el periodo estival. Trece fichajes ha acometido la entidad aragonesa, más las incorporaciones al primer equipo a todos los efectos de Delmás, Zalaya y Lasure. De hecho, trece eran los previstos inicialmente, pero la necesidad de un quinto central trastocó los planes de Lalo Arantegui y del club en general, por lo que resta todavía el decimocuarto por llegar, un delantero, y tiene nombre y apellidos: Vinícius Araújo.

El club quiere incorporarle para cerrar la punta del ataque junto a Borja Iglesias y Toquero y el futbolista también desea venir al Real Zaragoza y en estos momentos se discute si sería en calidad de cedido o en propiedad después de que el brasileño afronte la rescisión definitiva de su contrato con el Valencia. El mayor inconveniente estaba en su ficha, pero no supondrá un impedimento, cercana al millón de euros brutos. El Huesca, cuando se hizo con su cesión, pagó el 20% del salario pendiente del jugador.

El brasileño, que saldrá del conjunto che en las próximas horas ya que Marcelino García Toral, el entrenador, no cuenta con él, es un viejo conocido del director deportivo. De hecho, en el pasado mercado de invierno, cuando era el máximo dirigente de la secretaría técnica del Huesca, firmó su cesión para la entidad azulgrana.

SUS CARACTERÍSTICAS

En el club altoaragonés fue el complemento de Borja Lázaro en la punta. Jugó 22 partidos, 20 de ellos de Liga más los dos del playoff ante el Getafe y, la mitad, once, fueron como titular. En total estuvo sobre el césped 1.033 minutos en los que anotó cuatro tantos: dos ante el Mirandés en Anduva, otro en La Condomina contra el UCAM Murcia y, el último, en El Alcoraz contra el Getafe.

El Valencia apostó fuerte por Vinícius ya que pagó al Cruzeiro 3,5 millones de euros por el 50% de sus derechos en enero del 2014. Disputó seis partidos con el equipo che, pero todos partiendo desde el banquillo. En la siguiente temporada fue cedido, sin suerte, al Standard de Lieja de Bélgica y al Cruzeiro y después pasó por el Recife antes de volver al Valencia el 1 de enero. Estuvo menos de un mes, tiempo en el que jugó la Copa del Rey y, de hecho, marcó un tanto en Balaídos ante el Celta de Vigo antes de ser cedido al Huesca.

El ariete todavía está por explotar el potencial que se le presuponía en el Cruzeiro y en las categorías inferiores de la selección brasileña. Es más pequeño y móvil que Borja Iglesias ya que mide 1,76 metros. Destaca por su posicionamiento, capacidad de definición, regate y descaro para mirar hacia la portería contraria.

EL ROCE CON ANQUELA

En el club altoaragonés mostró detalles de su calidad, pero fue irregular en los seis meses que permaneció en el club azulgrana. Tenía tendencia a estar muy enchufado, como demostró en varios encuentros, pero también a desconectar. Por lo tanto, si está plenamente implicado puede desarrollar todas las cualidades que se le presuponen y que a sus 24 años todavía no han terminado de cuajar.

Con sus compañeros su relación fue fluida y amena, pero con Anquela tuvo un roce a mediados de mayo. En un partido de entrenamiento contra el Almudévar, el jienense hizo una corrección, pero finalmente terminó en una discusión que finalizó con Vinícius expulsado de la sesión mientras mostraba su disconformidad. De todos modos, ese mismo fin de semana, el Huesca jugó ante el UCAM Murcia y el brasileño fue titular, jugó todo el partido y logró marcar. Lalo y Vinícius están cerca de reencontrarse.