Tras la doble sesión de entrenamiento llevada a cabo ayer en Boltaña y de la visita del grueso de la directiva y de la Fundación Zaragoza 2032, el conjunto aragonés volvió a casa después de cinco intensos días de trabajo.

La lluvia fue la protagonista ayer a primera hora de la mañana. De hecho, Natxo González se vio obligado a retrasar el comienzo de la sesión media hora. Finalmente, con menos agua cayendo del cielo y sobre el césped del campo de Villaboya, pudo completar el primero de los dos entrenamientos programados. Tras un comienzo más enfocado a la preparación física y al trabajo de fuerza, la plantilla volvió a ensayar junto al técnico Natxo González ciertos aspectos tácticos como el posicionamiento sobre el campo y la salida de balón.

Después del entrenamiento de la tarde, del que tuvo que retirarse Oyarzun por un golpe en la rodilla y en el que no participó Eguaras por un proceso vírico, la expedición cenó y puso rumbo a Zaragoza para dar por concluida la única concentración prevista lejos de la Ciudad Deportiva.

Ya avisó Natxo González que prefería pocos días pero intensos a estar más tiempo y que no fuera aprovechado debidamente. Así, los jugadores se han ejercitado en doble sesión a lo largo de toda la semana salvo en la matinal del jueves, día en el que tuvieron más descanso.

Esta tarde tendrá lugar el segundo partido de entrenamiento que llevará a cabo el Real Zaragoza. Será en la Ciudad Deportiva, a partir de las 19.00 horas, contra el Deportivo Aragón de César Láinez. Será a puerta cerrada para el público, mientras que los medios de comunicación solamente podrán acceder durante los primeros quince minutos. El siguiente amistoso será el miércoles 26 de junio ante la UD Logroñés.