Ayer falleció Javier Ruiz de Lazcano, conocido por todo el mundo como Chirri, una persona muy conocida en el fútbol zaragozano. Hasta que cayó en una de las cribas de Agapito Iglesias, fue coordinador durante una quincena de años de la Ciudad Deportiva, la labor por la que fue más conocido. También fue jugador y entrenador en diversas categorías del Real Zaragoza.

Pasó por el juvenil del Real Zaragoza, el Teruel, el Barbastro y el Deportivo Aragón antes de dar el salto a la élite. Lo hizo con la camiseta del Real Zaragoza, donde jugó dos temporadas, la 1969-70 y la 1970-71, año en el que se marchó al Granada después de descender a Segunda. En Los Cármenes fue protagonista durante cinco campañas y es muy recordado, sobre todo por el hecho de que formó parte del mejor Granada de la historia, un equipo que llegó a alcanzar dos sextos puestos en la máxima categoría.

Terminaría su carrera como futbolista en la Sociedad Deportiva Huesca, en Segunda B, antes de hacer carrera en los banquillos y de dirigir con tino la factoría zaragocista de talentos.

Recordó hace un par de años en las páginas de este diario su carrera en una entrevista. «Me quedo sobre todo con el trabajo de equipo. Tuve la suerte de reunir en mis dos épocas a gente muy válida y que trabajábamos en equipo. Me quedo con la satisfacción de haber hecho amigos desde la difícil labor de coordinador, porque a veces tienes que tomar decisiones que no son agradables para nadie».

«Me hubiera gustado contar con muchos más medios. Yo trabajé con unos medios económicos mínimos. Nosotros no llegamos ni a tener chandals para todos en los equipos», explicaba, pidiendo que haya de una vez «mayor comunicación entre el primer equipo y el fútbol base».