Agapito Iglesias dejó al Real Zaragoza SAD a un paso de perder su licencia deportiva y sus derechos federativos. El 2 de junio, dos días antes de que el constructor soriano formalizara la venta del grueso de su paquete accionarial, la delegada regional de la Agencia Tributaria en Aragón, Paloma Villaró, firmó un "acuerdo de adopción de medidas cautelares" por el que, ante el "incumplimiento reiterado de las obligaciones" con el fisco, esas dos habilitaciones quedan embargadas.

La catastrófica deriva económica de la SAD durante la etapa de Iglesias y su carrusel de ejecutivos sitúa a los atribulados nuevos propietarios ante la encrucijada de tener que pagar a Hacienda 1,9 millones de euros para que este Real Zaragoza, seis veces campeón de Copa y una de la Recopa, pueda seguir siendo el dueño de su licencia. Si no lo hacen, tanto ese documento como los derechos federativos saldrán a subasta y la Agencia Tributaria los adjudicará al mejor postor. Así es la ley y así es la realidad blanquilla.

APLAZAMIENTO

La historia comienza el 31 de octubre del 2012, cuando el ejecutivo Francisco Checa propone a la Agencia Tributaria un plan para liquidar una deuda de 1,9 millones de euros derivada de una acción rescisoria del concurso de acreedores del Real Zaragoza. Este era el calendario: 503.299 en noviembre del 2012, 1.121.980 el siguiente mes de julio, 241.528 un año después y los 33.191 restantes en diciembre del 2014.

En el concurso, según indica la resolución de la Agencia Tributaria, la compañía deportiva acumulaba una deuda de 45,6 millones de euros con el fisco que este aceptó aplazar a cambio de una prenda sobre los derechos televisivos y radiofónicos de la SAD "mientras dicho club (sic) permanezca en Primera". "El resultado de la temporada 2012/2013 ha sido que perdió la categoría de Primera División (...), por lo que la garantía ha quedado perjudicada", indica la resolución.

Esta añade que, tras el descenso, la Agencia Tributaria aceptó otro aplazamiento. Así, la deuda que vencía en la presente campaña debía ser liquidada el próximo 5 de septiembre y otro pago de un millón de euros quedada troceado en tres plazos: 232.441 euros el pasado 5 de diciembre, la misma cuantía el 5 de febrero y los 256.824 restantes el próximo 5 de julio.

DEUDA

Tras el concurso, "el importe total de la deuda aplazada asciende a 26.785.140 euros y la deuda paralizada por formar parte del crédito ordinario y subordinado del convenio asciende a 2.486.424 euros", señala la Agencia Tributaria, que añade que el Real Zaragoza propuso en febrero liquidar 2,34 millones "mediante bienes que la deudora afirmó ser integrantes del patrimonio histórico" zaragocista. Hacienda rechazó ese planteamiento, y el Tribunal Económico Administrativo Central desestimó el 6 de mayo la solicitud de suspensión de la SAD.

Los inspectores de Hacienda se personaron en las oficinas del Real Zaragoza el pasado 14 de marzo y descubrieron que en fechas anteriores al vencimiento "tenía saldo suficiente para el pago". Y la SAD, añade, volvió a incumplir sus obligaciones fiscales el 21 de abril --137.433 euros-- y el 20 de mayo --122.537--.

La Agencia Tributaria decidió ordenar el embargo --será inscrito en el Registro de Cargas y Gravámenes sobre el derecho de los clubs a ceder su plaza en la Competición Profesional-- ante el "incumplimiento reiterado de las obligaciones tributarias" por parte del Real Zaragoza SAD. Solo en enero, el agujero fiscal alcanzó un "importe superior a la cuantía que van a pagar por la deuda aplazada durante toda la temporada". Y la empresa deportiva prefirió destinar su dinero "a otros destinatarios que en algunos casos ni siquiera eran acreedores en la fecha de vencimiento de la deuda".