Tuerce un poco el gesto cuando se le pregunta a Javier Pinillos, hasta el 9 de marzo entrenador de porteros y ahora primer técnico del Racing, por el desempeño y funciones en ese triunvirato que comparte con Pedro Munitis y Gonzalo Colsa. "No estoy molesto, pero se ha enfocado mal desde los medios. El primer entrenador soy yo y en el cuerpo técnico trabajamos todos. Los partidos los dirijo yo y en los entrenamientos nos turnamos", explica el único de los tres que tiene el título de entrenador en el nivel III, ya que tanto a Munitis como a Colsa les faltan las prácticas, que realizan en el Bansander juvenil y cadete, y su título será efectivo en junio. "No sé por qué tanto revuelo con esta fórmula, creo que desde el primer día se dijo muy claro desde el club cómo estaba configurada", añade el exguardameta.

Pero la sombra de Munitis es muy alargada. Ha sido el jugador del Racing que más partidos ha disputado en Primera, un histórico. "Entiendo que se mencione más, por la repercusión mediática que tiene, a Pedro, por ser quién es. Va a ser un gran entrenador. De hecho, ya lo es. Lo importante es sumar entre todos, tirar en la misma dirección y sacar al Racing de donde está y que pueda seguir en Segunda".

En este peculiar tridente Pinillos y Minutis están en el banquillo, mientras Colsa se queda en la grada en los partidos: "Cada uno tiene una parcela. Nos reunimos, hablamos y preparamos. Se habla en el vestuario y, en los entrenamientos, a veces lleva el peso uno, otras veces otro.... Pedro, por ejemplo, tiene mucho carácter, y cuando transmite algún ejercicio, pega una arrancada de esas que pegaba en el campo y supone transmitir mucha intensidad".

"Además, en el cuerpo técnico somos un total de siete", añade. Entre ellos, Diego Orio, para hacer la labor de preparador de porteros que hasta hace poco era la parcela de Pinillos. Con todo, el tridente racinguista tiene fecha de caducidad: "Esto es hasta el 30 de junio. Vamos a intentar sacar adelante esto y cuando llegue esa fecha hablaremos".

Pinillos, portero del conjunto cántabro en la década de los 90, ha trabajado hasta hace nada con Paco Fernández, artífice desde el banquillo del ascenso de Segunda B a Segunda el curso pasado en medio de un clima terrible en el club cántabro y relevado por los malos resultados a principios de marzo. "Paco ha sido el entrenador más importante de la historia reciente del Racing. Al llegar nosotros hemos cambiado algunas facetas, pero el equipo ya tenía cosas buenas. Hemos intentado dar otro aire al Racing, que los buenos momentos se alargaran más y situarnos de otra manera, jugar con dos delanteros, un 4-4-2, aunque con variaciones", resume Pinillos.

De momento, la nueva etapa ha comenzado con una victoria ante Osasuna y un empate en el Mini Estadi con el Barça, un buen balance de 4 puntos de 6 que aún no les ha permitido salir del descenso. Esa posibilidad de bajar a Segunda B es un nubarrón más en un club con la amenaza de liquidación y en medio de una más que decisiva ampliación de capital: "Llevamos unos años en los que los problemas nos vienen por todos lados, los deportistas debemos poner todo, trabajar y sumar los más puntos posibles. Aquí hay empleados que llevamos 11 meses sin cobrar, y la plantilla algunos menos, aunque en el día a día su comportamiento es excepcional".