Diez partidos de Liga (501 minutos) y tres de Copa (218 minutos) lleva Vinícius Araujo en el Zaragoza. No se ha estrenado aún como goleador. Ante el Barcelona B envió un balón a la madera y mandó al limbo una clara ocasión tras un rechace en un córner. El punta brasileño, que cumplirá 25 años el 22 de febrero, ofrece movimientos interesantes pero no tiene gol. No, al menos, desde que lo fichó el Valencia en enero del 2014 con solo 20 años por los 3,5 millones de dólares por el 50% del pase que pagó al Cruzeiro. Entonces, era el Gladiador Celeste, internacional sub-21, y después sub-23, en la preparación para los Juegos, y lo señalaban como uno de los herederos de Neymar para ser el futuro 9 de Brasil.

Pero la carrera de Vinícius se ha estancado desde que dio el salto a Europa. Solo ha firmado 12 goles en competición oficial —entre el Valencia (1), Standard de Lieja (1), Cruzeiro (2), Sport Recife (4) y Huesca (4)— desde que fichó por el club de Mestalla, que este verano cansado de su bajo nivel le dio la carta de libertad para llegar por un año (con dos opcionales) al Zaragoza tras cuatro cesiones consecutivas. Lalo, que ya lo llevó al conjunto oscense, le tiene fe. Y lo cierto es que lo que hizo Vinícius en sus comienzos sí justificaba esa fe del director deportivo y sobre todo del Valencia, que apostó muy fuerte por su fichaje solo unos meses después de su debut en el Brasilerao.

Vinícius fue máximo goleador sub-20 con el Cruzeiro y debutó en el primer equipo en julio del 2013. Con 11 tantos en 27 partidos fue campeón liguero con el Cruzeiro y era fijo en la sub-21 (10 partidos, 7 goles). Mantuvo algo la continuidad en la selección olímpica o sub-23 una vez fichado ya por el Valencia (4 amistosos, 3 goles), pero el peso de su bajón de nivel desde enero del 2014 le terminó de alejar de la canarinha. De ser el goleador de Brasil ni hablar ya.

En ese curso 13-14 apenas jugó en el Valencia de Pizzi. Seis apariciones en Liga y ni un solo gol en 92 minutos saliendo desde el banquillo. Vinícius estaba más que verde para competir en Primera y el club de Mestalla lo cedió en la 14-15 al Standard de Lieja, donde disputó 10 choques de la Jupiter League, cuatro de la Europa League y dos de la Copa belga (367 minutos y una diana).

Decidió el Valencia entonces que volviera a Brasil, al Cruzeiro, pero su regreso no fue tan fructífero. Solo 12 partidos en el Brasilerao y dos goles (575 minutos). El Cruzeiro ya tenía decidido en marzo del 2016 no prolongar la cesión y recaló Vinícius en el Sport Recife, donde anotó dos goles en 14 partidos de la Serie A o brasilerao (484 minutos en total) y otros dos tantos en el Torneo Pernambucano.

Pitarch lo recuperó para un Valencia en crisis y la Copa, con la vuelta ante el Celta ya decidida en la ida, le sirvió para hacer su único tanto como valencianista antes de que Lalo le abriera la puerta del Huesca. Allí, tuvo un protagonismo irregular, pero es su mejor etapa desde el 2014. 20 partidos de Liga, dos de promoción, 1.028 minutos y 4 goles.

El final del mercado le trajo al Zaragoza con el Valencia teniendo muy claro el gran error en su apuesta. Empezó sin minutos y Natxo le fue dando protagonismo. Falló un gol claro ante la Cultural, le anularon otro contra el Cádiz y el sábado ante el filial dl Barça no aprovechó la baja de Borja para reivindicarse.