"El Girona es el Eibar de la temporada pasada, porque todo el mundo decía que no aguantaría el tirón y que se desinflaría, pero para sorpresa de casi todos no ha sido así", asegura el exzaragocista Narcis Juliá, que desde que en enero tuvo que dejar la secretaría técnica del CF Barcelona vive a caballo entre la Ciudad Condal y Gerona, su localidad natal. Juliá se formó en las categorías inferiores del club gerundense y con solo 19 años recaló en el Real Zaragoza, donde se tuvo que retirar siendo aún muy joven por una lesión de rodilla. El Girona, con uno de los presupuestos más bajos de Segunda División, es ahora segundo y aspira a subir a Primera por primera vez en su historia.

El Zaragoza visita el domingo el estadio de Montilivi y Juliá augura un partido complicado para los jugadores de Popovic. "No se puede anticipar nada, pero será un partido difícil para el Real Zaragoza, aunque ahora parece estar mejor que unas semanas atrás. Montilivi es un campo complicado para puntuar, pero el Zaragoza también está capacitado para hacerlo y plantearle un partido de tu a tu al Girona. Se van a encontrar a un buen rival y que en su estadio todavía es más complicado", asegura. Y añade: "En estos momentos juegan con once gladiadores, porque creen mucho en sus posibilidades y te meten en tu campo".

Pablo Machín, entrenador del Girona, emplea un sistema 3-5-2 o 5-3-2, "en función de si están atacando o defendiendo". Y Narcis Juliá destaca que "es un equipo que fundamentalmente domina las dos áreas sin una gran creación de juego, pero en el que todos y cada uno de los jugadores saben lo que tienen que hacer. Son ordenados e intensos. Han hecho una buena mezcla entre jóvenes y veteranos y también han acertado con la cesiones. Se nota que tienen hambre. Y también cuentan con un buen portero (Isaac Becerra)".

Las segundas jugadas

Juliá también afirma que el Girona es un equipo muy peligroso en las segundas jugadas y que el Real Zaragoza tendrá que estar muy atento a ese tipo de acciones para que no complicarse el encuentro. "No necesitan tener el control del partido para crear peligro y son muy verticales. Si les aprietan juegan en largo con los dos delanteros y luego acompañaban muy bien los de las banda y dos de los tres centrocampistas porque te buscan siempre la segunda jugada y estar en campo contrario. Para las segundas jugadas tienen gente de calidad y que dispara bien como Granell, Eloy y Felipe Sanchón, mientras que Mata y Sandaza se pelean con todo el mundo arriba", comenta.

Montivili lucirá una buena entrada ante el Zaragoza, "pero a la gente de aquí le cuesta mucho arrancar. No creo que haya un ambiente muy presionante".