El Real Zaragoza ha pecado de tener uno de los peores sistemas defensivos de la categoría, un lastre que se ha hecho más evidente en los desplazamientos. Desde la victoria en Santander (0-2) ha encontrado serios problemas para batir a sus rivales lejos de La Romareda: un gol a Tenerife, Ponferradina y Girona con el 4-0 sufrido en el Benito Villamarín de por medio. Este domingo tendrá que enmendarse en todos los sentidos en su visita al Valladolid, donde se localiza el muro de Segunda División. El equipo de Pucela solo ha encajado 9 goles en su estadio y el único que ha logrado hacerlo en dos ocasiones ha sido el Las Palmas. Su área es, literalmente, terreno prohibido.

El equipo de Rubi funciona como un reloj atrás. La clave es tan antigua como el fútbol: cinco de los siete jugadores con más minutos en el actual curso son su portero titular, Javi Varas, y sus cuatro defensas más habituales, Chica, Rueda, Marc Valiente (baja para este partido) y Peña. Esa regularidad de presencias y la lógica sintonía entre los futbolistas en el once ha hecho que el Valladolid mantenga una enorme fortaleza en la zona de máxima contención. En total le han hecho 33 goles, convirtiéndose en la segunda defensa más segura después de la del Sporting con 27 dianas.

En ese campo fortificado, el Real Zaragoza tiene que ganar después de haberse complicado su lucha por la promoción de ascenso tras perder este miércoles con el Mirandés. Necesita un gol y que Bono conserve su portería inmaculada. El Valladolid ofrecerá pocas ocasiones pese a ser un conjunto que gusta de entretenerse con el juego. Para hollar esta montaña de paredes verticales, sería muy interesante que regresara la inspiración de Borja. Y también la de Pedro. De quien sea.