Hacienda no cede. El Real Zaragoza está buscando diferentes vías para tratar de suavizar la firmeza con la que los responsables de la Agencia Tributaria se han mostrado desde que comenzaron las conversaciones con el club aragonés, pero no lo ha logrado de momento. Desde la primera reunión, los consejeros zaragocistas comprendieron que se iban a encontrar con la resistencia del fisco, representada en la persona de Soledad García López, directora del departamento de recaudación de la Agencia Tributaria. Ni en la primera cita ni en las posteriores han encontrado la manera de ablandar la postura negociadora, así que el club aragonés ha comenzado a buscar otros cauces con los que pueda conseguir renegociar la deuda. No ha habido manera.

Los contactos con algunas administraciones locales para que ejercieran su colaboración hacia un futuro acuerdo tampoco han servido de nada. La respuesta ha sido tan firme por ese lado como en primera persona: no. Es decir, el Real Zaragoza tiene que pagar los 18,5 millones de euros (más otros tres en concepto de intereses) correspondientes a una deuda con la Agencia Tributaria que debía haber abonado antes del 5 de septiembre. La situación es complicada para el club aragonés, que busca fórmulas para seducir de alguna manera a Soledad García. No parece fácil. Cuentan de ella que es implacable y que no le gusta el fútbol. Desde su llegada al cargo hace aproximadamente un año, ha impuesto un cambio brusco de política en lo que se refiere a las negociaciones con las Sociedades Anónimas Deportivas.

LA REINTERPRETACIÓN

No acepta ningún tipo de acuerdo o aplazamiento, exige los pagos a fecha de cobro o ejecuta embargos. En realidad, hace su trabajo, aunque desde el Zaragoza se advierte de que lo que ha hecho ha sido reinterpretar una norma. "Sobre la norma, ella emitió una interpretación. El criterio primero era ser flexible en la renegociación del convenio y ella lo cambió por el no rotundo", dice Christian Lapetra, consciente de que el tiempo se agota.

De momento, está en un plazo de 60 días (concluye el próximo 5 de noviembre) para solucionarlo, por lo que la preocupación es creciente ante su firme postura. También se le achaca que haya dado un trato diferente a otros clubs a los que recientemente se les ha aprobado un calendario de pagos.

Según el Real Zaragoza, "Hacienda está enrocada" y solo dice que no. Esto supone que si no existe un cambio de criterio de la funcionaria, la Agencia Tributaria podrá reclamar el pago de esa cantidad y embargar,pero el club asegura no tener fondos para hacer frente a esa deuda. En ese caso, lógicamente se podría instar una liquidación ordenada de la sociedad, una posibilidad que Lapetra ha hecho pública pero que casi nadie contempla.

EL CRÉDITO COMO SOLUCIÓN

Si no se llega a un acuerdo con Hacienda y su dama de hierro, el Zaragoza tendría que pedir un crédito para satisfacer esos 21 millones de euros que tiene de deuda, ya que no hacer frente a los pagos podría ser causa de disolución. Otra opción pasaría por una ampliación de capital, aunque no hay tiempo real para cumplir este paso.

El Real Zaragoza tiene las deudas al día a excepción de esta con Hacienda. Su pretensión es hacer un convenio singular para hacer un calendario de pagos por una serie de años y a razón del dinero que se pacte, y hacerlo con todas las garantías que se le exijan, ya sea por porcentajes de los traspasos o por los derechos de televisión, por ejemplo. Según el club, tampoco exigen pagar en 80 años como la Real Sociedad. Se conformarían, por ejemplo, con un acuerdo a ocho años como el que acaba de formalizar el Valladolid, con una deuda cercana a los 30 millones. La diferencia es que el club pucelano necesitaba ese acuerdo para salir del concurso de acreedores, y Hacienda, de alguna manera, estaba obligada a facilitar ese acuerdo.