Se sabe desde hace semanas que el margen de error que tiene el Zaragoza en su lucha por regresar de manera directa a Primera División es muy pequeño. Se diría que hoy ha desaparecido, vistos los últimos resultados y la distancia que los dos primeros clasificados han tomado sobre el equipo aragonés. Necesita los doce puntos que quedan en juego y esperar que algún rival se equivoque un par de veces. Es decir, no le queda espacio para la especulación. No se admiten dudas de entrada, se exige casi que el equipo salga sin titubeos ni temores, a tumba abierta ante el Nástic, de una forma parecida a la del pasado sábado en Los Pajaritos, cuando se colocó 0-2 en 20 minutos. Lo requiere el momento, el lugar y el rival. Lo pide su entrenador también, que no quiere cortar las alas a sus futbolistas: "Debemos ir a por todas desde el primer minuto. La afición te mete en el partido en el minuto 1, como hizo en Soria. Hay que dejar al jugador que vuele un poco, que disfrute de esos momentos. El público te mete, está contigo y te atreves a hacer cosas que quizá no harías en otro contexto. No hay que esperar ni regular, hay que ir a por ellos".

Por ahí circulan las sensaciones de este Zaragoza al que le siguen doliendo las heridas de Soria, las formas de aquel árbitro que condicionó un resultado. Lo explicó así Lluís Carreras: "El equipo sigue enrabietado. Ha sido una semana dura, difícil. No dejas de pensar lo que pudo haber sido. Normalmente, el jugador está jodido las semanas que pierde. Esta ha sido diferente. Espero que el domingo siga manteniendo esa llama de la rabia, aunque contenida, y que la sepa trasladar al terreno de juego".

Se espera la mejor entrada de la temporada en La Romareda, así que el Zaragoza contará con un impulso extra. "Indudablemente, la afición va a ser un factor importante. Ellos ven los resultados positivos, las injusticias que hemos tenido de vez en cuando y se rebelan contra esto. Veo el ambiente bien, con la gente con muchas ganas de animar al equipo", dijo Carreras, decidido a buscar las cuatro victorias. "No sé si bastarán 12 puntos, pero es lo que intentamos. Para subir directamente, además, tendrían que ganar los rivales dos partidos, empatar uno y perder otro. ¿Por qué no? Vamos a buscarlo. Hace poco hicimos tres de tres. Sí que podemos hacer ahora cuatro, claro que podemos".

Enfrente está el Nástic, otro inesperado invitado al ascenso, "un equipo muy completo" y que llega a La Romareda con un punto de ventaja. "Le gusta salir jugando con el balón y combinar, tiene gente potente arriba y puede jugar también un fútbol de contraataque con gente rápida. Además, ha recuperado a gente para el fútbol en el centro del campo que genera mucho juego (Emaná) y tiene un buen entrenador", desarrolló Carreras, que ve como un rival "directísimo" al equipo catalán, más ahora que se acaba la Liga y los equipos de arriba "se nos han ido".

Incluso se ha hablado en el vestuario del golaveraje particular (3-1 a favor del Nástic). "Lo han hablado ellos mismos (los jugadores). Vamos a ver cómo se desarrolla el partido. Igual llegando al final con 1-0 te vale... O lo ganas de forma holgada, no creo. Vamos a intentar ganar primero, y luego si podemos coger ventaja, mejor que mejor".