Doce equipos diferentes colecciona Carlos Aranda, entre ellos el Zaragoza. Sin embargo, su corazón solo le da espacio para dos. "Me considero uno más de la familia porque mis equipos son el Real Madrid y el Numancia", dijo cuando fue presentado por cuarta vez como jugador del conjunto soriano en octubre. A sus 34 años, Aranda regresa a Soria, a un lugar donde se le recuerda con cariño y donde con su fichaje se intentó buscar un revulsivo de cara a la afición porque el malagueño siempre ofreció un buen nivel en Los Pajaritos.

Aranda llegó a Soria por primera vez en la temporada 01-02 en el mercado invernal y su concurso fue decisivo para el Numancia. Repitió experiencia, también en el mercado invernal, en la siguiente temporada (02-03) y otra vez fue un futbolista clave en la permanencia del equipo en Segunda. En la campaña 08-09, con el Numancia en Primera División, Aranda vivió su tercera etapa como jugador numantino. La gran segunda vuelta realizada con el equipo soriano en la máxima categoría --aunque acabó bajando consiguió 9 goles en veinte partidos-- posibilitó que Aranda recalara después en Osasuna en uno de los traspasos más importantes de la historia del Numancia.

Real Madrid, donde solo jugó un partido tras pasar por su cantera, Villarreal, Albacete, en dos ocasiones, Sevilla, Murcia, Granada 74, Osasuna, Levante, Zaragoza, Granada y Las Palmas completan el bagaje profesional de este trotamundos, de un jugador de cualidades enormes pero con tendencia a cambiar de idea sobre lo que quiere. Eso, un carácter díscolo y sus lesiones han lastrado su carrera. Por el Zaragoza pasó un año. Llegó en enero del 2012, al poco de arribar al equipo Manolo Jiménez y se iba justo 365 días después, al Granada de Anquela. En el club aragonés presionó todo lo posible para irse justificando sus motivos en estar cerca de su familia. Solo unos meses después mostraba su arrepentimiento por irse.

La apuesta

Juan Antonio Anquela, técnico del Numancia, junto a César Palacios, director deportivo y antiguo compañero de Aranda en Soria, fueron los grandes valedores para que el punta dijera sí por cuarta vez al conjunto soriano, para que volviera a ayudar al equipo a continuar en el fútbol profesional. De momento, su aportación ha sido testimonial, pero Anquela le tiene fe y, en cuanto Aranda se ponga a punto, tendrá muchos minutos.

Las Palmas no valoró su continuidad el pasado verano y Aranda acabó el mercado sin equipo, pero la falta de gol del Numancia hizo que Anquela le abriera la puerta. Llegó falto de forma tras estar en el paro y debutó con media hora ante el Leganés. Tuvo 15 minutos más ante Osasuna hace dos semanas y frente al Barça B fue baja por molestias musculares, una constante en su carrera. Hoy estará en el banquillo para medirse a uno de sus muchos exequipos.