--Pasan los días y siguen sin encontrar un socio inversor. ¿Cómo calificaría esa situación?

--La situación es preocupante y yo lo estoy pasando mal. Me metí con la intención de que nos iban a valorar como salvadores del Zaragoza tras conseguir que Agapito se fuera y ahora nos tratan como lo peor. Los que se retiraron acertaron. Después desaparece el inversor que parecía que iba a entrar con un proyecto ilusionante y todo va de mal. Y para colmo Lasheras y Gamón se ponen a hacer la guerra por su cuenta y nos apartan a los demás. Me parece inaguantable porque no soy ningún mequetrefe.

--Entre usted, su hermano Ángel y Casasnovas controlan el 45% del 90% de las acciones de Agapito, pero su poder de decisión es testimonial.

--Que es el 50% de lo que compramos. De eso me quejó, porque ellos tampoco pueden vender a los mexicanos si nosotros no queremos. Del proyecto de los mexicanos no sé nada y no firmaré si no veo las cosas claras. Cuando me enteré por la prensa del acuerdo con ellos ya le dije a Lasheras que me estaba ninguneando y que no se lo iba a permitir. No entiendo por qué no se escucha a Kadir, que viene avalado por gente conocida entre el zaragocismo y por un profesional del deporte como es Nayim. Y si Kadir miente habría que descubrirlo.

--¿Pero qué sucedió en la reunión con Kadir?

--Lo único que puedo decir es que yo me fui a casa pensando en el acuerdo que habíamos alcanzado, que era esperar tres días para que ingresará el dinero, pero cuando ponen por la tarde en la web del club el comunicado negándolo me indigno. Ese comunicado es una aberración. Kadir mostraba los documentos pero quería que si demostraba que eran buenos nos comprometiéramos a venderle a él. Yo dije que firmaba y Lasheras no ha querido. Si Kadir mentía se hubiera sabido y yo me hubiera tenido que callar, pero había que cumplir con el plazo que habíamos acordado.

--¿Y qué pasa con Fernando Gracia (representante de un jeque árabe) para que no lleguen a un acuerdo?

--Ese fue nuestro error. Él, como pudimos comprobar, había hablado con el entorno de Cruyff y con Pardeza para que vinieran jugadores del Madrid, pero luego nos daba largas cuando había que poner los avales. Nos vendió bien la cosa y nos lo tragamos.

--Pero no se entiende que Casasnovas dijera que él solo buscaba su comisión, porque eso se les podría aplicar a todos.

--Se han cometido errores y yo sé que Mariano Casasnovas hubiera estado mejor callado. Casasnovas es mi amigo, tiene buena voluntad y buena fe. Su profesión es la que es y si ha intermediado también puede tener su recompensa, pero no se había tenido que erigir en portavoz de nada. Quizás se le ha utilizado. No dudo de que Lasheras pueda estar haciendo las cosas con buena intención, pero nos ha tomado por unos mindundis y no lo acepto.

--Asegura que el proceso de compra fue normal, pero ustedes, por ejemplo, no conocían a James Brumwell.

--Lo que pasa es que como teníamos las acciones entre cinco o seis personas para que nadie tuviera más del 25% yo propuse a mi hermano y a este señor lo mete Lasheras, pero luego me enteré de que Casasnovas tampoco lo conocía. Entre ellos tienen el 31%, porque el otro 14% al no haberlo ratificado ni Martínez ni Otal vuelve a Agapito Iglesias. Quizás se lo ceda a Lasheras, pero hasta ahora eso no ha sucedido.

--¿No le parece mal que tres de ustedes vayan por un lado y otros tres por otro?

--El 31% va por un lado, el 14% no se sabe y en el otro 45% vamos juntos. Nuestra opción era venderle a Kadir si ingresaba el dinero. Si ahora se ha vuelto atrás porque se ha cansado y porque no se ha cumplido lo que habíamos pactado con él saldrá victorioso. Lo lógico sería ir todos de la mano para buscar lo mejor para el Zaragoza, pero no es culpa nuestra.

--¿Se han llegado a plantear la posibilidad de traspasarle todas sus acciones a Javier Lasheras?

--Yo no tengo inconveniente, pero ni él lo ha pedido ni nosotros se lo hemos planteado. Ahora dice que tiene otra opción, pero tampoco nos ha contado nada. Si vienen los mexicanos yo le daré mis acciones a él, porque tampoco quiero que nadie piense que me he llevado alguna comisión.

--¿Entiende que el contrato con Agapito es muy difícil de asumir por cualquier inversor?

--Es cierto que es un contrato leonino y que nadie ha querido acogerse a él, pero al principio las perspectivas eran buenas. Quizás hemos hecho un mal contrato, pero yo al menos no me voy a llevar nada.

--¿Cree que si desaparece el Real Zaragoza van a quedar como los malos de la película?

-Yo no me siento el malo de nada, porque no he hecho nada malo. Me metí para ayudar. Si el Zaragoza desaparece nosotros habremos tratado de sacarlo adelante, nada más. Espero que no suceda.