En 37 años de vida de la Peña Cultural y Deportiva San José, muchos han sido los días de gloria que ha visto, sentido y vivido de una manera muy especial. De hecho, celebraron el aniversario hace tan solo una semana. Se trata de una peña con solera y que cuenta con alrededor de 200 socios. Sin embargo, la situación actual dista mucho de aquellas noches en las que el Real Zaragoza reinaba en los campos de España. Su presidente durante las casi cuatro décadas de vida de la peña, Antonio Mariñosa, recuerda con cariño la final de Copa del Rey que en el año 1986 se ganó al FC Barcelona con aquella falta lejana de Rubén Sosa y ahora ve, como tantos otros, un Real Zaragoza demasiado distinto a aquel.

«Ha habido una losa muy importante, que es la deuda, y por ello no se ha dispuesto de mucho dinero. Por eso tenemos jugadores que creíamos que eran buenos, pero no han dado resultado. No creo que la culpa sea del entrenador, sino de los jugadores», afirma Mariñosa. Esa es la principal radiografía en la que coinciden los miembros de la peña. Paco Bordonaba afirma que «no hay proyecto ni conjunto. No se pueden fichar quince jugadores todos los años. El Girona juega de memoria y están conjuntados porque llevan varios años juntos. Desde que está la Fundación no ha habido proyecto». Eso sí, Pedro Alquézar reconoce que, aunque no se han hecho las cosas bien en materia deportiva, «económicamente sí que lo han hecho muy bien».

En cuanto a los jugadores, Carmen Buisán considera que «parece que no tengan motivación por ganar y luchar», mientras que Bordonaba recalca que «no hay centro del campo ni defensa», así como que «solo jugamos al pelotazo para buscar a Ángel».

Tampoco se olvidan de Cani y Zapater, quienes han dado «un bajón muy grande», según Alquézar. En ambos casos entienden que Cani ya es un jugador veterano y que Zapater llevaba demasiado tiempo sin competir. «Zapater estaba retirado prácticamente y vino para ayudar, no para coger las riendas. Le están machacando y se le ve que va asfixiado», sentencia Bordonaba. Por su parte, Alfredo Beltrán agrega que «Zapater el sábado pasado ante el Sevilla Atlético hizo hasta faltas innecesarias de tanto que se esfuerza». Aún así, esperan que tanto ellos como César Láinez, zaragocistas de cuna y de corazón, «transmitan carácter para evitar descender a Segunda B».

Miedo real

A día de hoy, todos coinciden en que el descenso supondría la desaparición del equipo y, vista la marcha de este, se trata de un miedo real y unánime. «Si nos metemos abajo, el Real Zaragoza no está acostumbrado a esa situación», considera Alquézar. «Recuerda a la situación del 2008 con Agapito», añade Beltrán.

De todos modos, confían en que César Láinez pueda revertir la situación y todos creen que la situación con Agné en el banquillo era insostenible y que se necesitaba un cambio. Además, también hay reclamaciones de cambios en la directiva del club. «Cuartero y Checa llevan muchos años y, eso a mí personalmente, no me gusta. Creo que hay que empezar a renovar los nombres. Martín González era bueno y nos lo cargamos. Tienen que ir todos a una, dejarse de asientos e instituciones y mirar por el club y la ciudad», sentencia Alquézar. Además, también reclaman un mejor trato hacia la masa social y las peñas, ya que es muy mejorable según ellos.

Por último, los socios de la peña también lamentan la menor exigencia de la afición con el equipo. «Antes te chillaban y te decían de todo, ahora pasas una pelota de una banda a la otra y te aplauden», dice Beltrán. Eso sí, aunque hubo tiempos mejores, «la afición tiene muchas ganas de que hagan algo y respondan de verdad», incide Beltrán. Y concluye: «Pase lo que pase, hay que apoyar al equipo siempre».