Jordi Xumetra, al que le queda un año de contrato con el Zaragoza, se aferra por el momento al mismo y sus agentes aseguran que su intención es cumplirlo. «Tiene contrato y lo cumplirá», se dice con rotundidad. El futbolista catalán se une así en su postura a futbolistas como Lanzarote, que ya dijo en Instagram que al 99% iba a quedarse en el Zaragoza, o Edu Bedia, que de momento tampoco se plantea abandonar el club, aunque su postura no es tan beligerante ni firme como la del extremo barcelonés. A ambos, como a Xumetra, les queda un año y a los tres el Zaragoza les ha dicho que se busquen destino.

En la idea de revolución en la plantilla que ha marcado el Zaragoza las salidas de los jugadores con contrato es la más espinosa. Hay casos más sencillos, como la rescisión de Edu García, al que le quedaba un año con un salario bajo, o la posición de José Enrique, que deseaba marcharse, el club pretendía su salida y ya se ha despedido por Twitter, dejando claro que el año de contrato que tenía quedaba ya roto. Su deseo es jugar en Primera, sin propuestas por el momento, y tiene alguna oferta de fuera, de Emiratos Árabes o Catar.

LANZAROTE, FIRME / Xumetra ha vivido una primera temporada de zaragocista muy lastrado por las lesiones, en el peroné y en el tobillo, ya que hasta tuvo que pasar por el quirófano por esas molestias. Así, a mediados de marzo se le operó para serle extraído el hueso os trigonum y en la recta final del campeonato apenas ha tenido presencia. El propio jugador asegura que solo estuvo en plenitud en las cinco primeras jornadas. Ha disputado 23 partidos, 17 de titular y teniendo un rendimiento lejano del esperado cuando se le fichó en verano.

Mientras, la posición más beligerante ahora mismo es la de Lanzarote. El jugador, en estos momentos, no contempla otro escenario que su continuidad, labrada tras disputar 25 partidos como titular, lo que renovó un año su contrato, hasta junio del 2018. La otra vía pasa en estos momentos por el despido del extremo barcelonés, abonándole la totalidad del contrato. El club le ha aconsejado que salga y el futbolista estima que hizo un esfuerzo por renovar el verano pasado (fichó en enero del 2016) teniendo ofertas superiores y que tampoco se le dejó irse cuando lo pidió en enero, cuando su relación con Raúl Agné, entonces entrenador, no era la mejor. Así, Lanza se aferra a su contrato y su salida apunta a ser un culebrón.