Año nuevo, vida nueva. Natxo González ofreció su primera rueda de prensa en el recién estrenado 2018, y lo hizo con las ilusiones renovadas. Bajo una actitud rebosante de fe y esperanza, como ya hicieran, en menor medida, algunos futbolistas a lo largo de esta semana. «Sigo pensando que este equipo peleará por los objetivos fijados a principio de temporada», comentó Natxo, que lució una constante sonrisa. Un optimismo con pequeñas dosis de euforia, fruto de estas fechas tan señaladas, y que reside en las cuatro próximas citas de Liga; con tres encuentros en La Romareda y uno como visitante.

El calendario es propicio para ofrecer una reacción a tenor de la pobre dinámica de resultados que atraviesa el Zaragoza. Pese a la proximidad con el descenso, y unas sensaciones ajenas al positivismo, el consejo de administración sigue confiando en su técnico. Así lo hicieron saber en un comunicado oficial hace unas semanas y así lo expresó ayer Natxo. El de Vitoria se siente respaldado: «Hubo una reunión con el consejo, pero me parece lo más normal del mundo. Que se junten con el director deportivo y el entrenador para hablar de la actualidad, para tomar un café o para comer. Lo veo normal. La dirección deportiva siempre me ha transmitido tranquilidad».

Una final ante un filial / El equipo está en la zona baja y es una realidad que no se puede camuflar bajo ninguna práctica. «La posición en la que estamos es la que nos hemos merecido», garantizó Natxo, aunque aseveró que «a los puntos, en muchos partidos nos vamos con la sensación de que podíamos habernos ido con más. Sigo creyendo en este equipo, cada vez conozco más a estos jugadores. Todos ellos han competido suficientes minutos para verlos. Tengo mucho más conocimiento de ellos a nivel individual y en sus interacciones». El técnico vitoriano aseguró que «sigo pensando que este equipo peleará por los objetivos principio de año», aunque las declaraciones deberán de solidificarse en resultados para que no se traten de más palabras sin sustancia.

La primera prueba de fuego será hoy frente al filial del Barcelona. Un equipo cuya misión de formación se ve disfrazada por una inversión millonaria en sus fichajes, con cifras fuera del alcance de la mayoría de equipos.

Natxo González explicó que el rival es peligroso por los buenos jugadores que atesora, sobre todo en la parcela ofensiva: «Estos rivales hacen partidos muy abiertos. Los filiales te generan problemas en cualquier momento porque tienen jugadores de mucha velocidad y verticalidad. Es un partido para tener mucho cuidado, hay que saber gestionarlo bien. Debemos ser sensatos». Es por ello que el entrenador califica el encuentro de «importante», sabedor de que, en el fondo, este choque tiene tintes de final para el conjunto zaragozano. «Es el equipo que marca la frontera con el infierno. Es importante porque si sacamos los tres puntos nos alejaríamos de la zona baja. Es el mejor partido que nos puede tocar en este momento», concluyó Natxo González.