El Real Zaragoza tenía clara la continuidad de César Láinez en el club y no como entrenador del primer equipo. De todos modos, el propio técnico reconoció en varias ocasiones que estaba de paso y que su deseo era seguir formando jugadores que algún día pudieran dar ser importantes en la disciplina aragonesa. Después de lograr la salvación matemática, objetivo prioritario con el que llegó al banquillo, la negociación se cerró y se certificó ayer al hacer oficial el club su renovación por tres temporadas. Aunque la entidad no especificó el cargo que ocupará, el propio Láinez reconoció que dirigirá de nuevo al Deportivo Aragón junto a sus dos ayudantes, Raúl Jardiel y David Madurga, miembros del cuerpo técnico de su confianza.

«En el momento en el que cogí el primer equipo dije que me gustaría seguir vinculado al club y ha considerado oportuno que siguiéramos trabajando en la formación. Me encuentro a gusto y cada jugador que sale del primer equipo es un premio más allá de los objetivos grupales que se puedan conseguir en el filial», explicó.

La renovación de César Láinez con el Real Zaragoza no peligró en ningún momento ya que el deseo de ambas partes era el de seguir vinculados. Después de vencer al Mirandés, la entidad ya le hizo la propuesta de renovación. Sin embargo, Láinez prefirió esperar, algo que reconoció ayer: «Los pasos eran primero salvar al primer equipo, estar tranquilos, que se tomasen las decisiones en el club y una vez hecho eso sentarnos a hablar».

Hombre de club / Láinez nunca ha escondido que le gustaría ser un entrenador de formación que pudiera echar una mano con el primer equipo en momentos puntuales como ya hicieron en su día Luis Costa y Manolo Villanova. «Ojalá llegue algún día a lo que llegaron Manolo y Luis. Luis ha logrado dos Copas del Rey y Manolo ha dirigido en varias etapas al primer equipo. Sólo con llegar a la mitad que ellos, me conformaría», afirmó el técnico.

Ahora le toca asumir el reto del Deportivo Aragón tras su ascenso a Segunda División B y seguir ayudando a que los jóvenes «sean capaces de mantenerse en la primera plantilla». Eso, para Láinez, sería «el mayor éxito que podamos tener nosotros», como entrenadores de formación.