«Cuando uno tiene al mejor jugador de la categoría, al mejor delantero, respira mucho más tranquilo». La afirmación, más bien loa, la dejó César Láinez el viernes por la mañana. No es la primera vez que el entrenador ensalza públicamente al ariete, aunque nunca lo había hecho con tanta rotundidad. Ángel agradeció el elogio, bien merecido, real. El canario se ha convertido en el futbolista más importante del equipo esta temporada. Por su capacidad goleadora, manifestada en cifras personales, de equipo y generales, pero también por el compromiso que expresa, la pasión que siente en el juego. Su gente se lo agradece tanto como su entrenador, que no encontró la fórmula de buscarle un sustituto de nivel el pasado domingo ante el Valladolid.

Han contado algunos esta semana que el Zaragoza hubiese ganado esa tarde con Ángel en el campo. No habrá manera de averiguarlo, es posible en todo caso. Las características particulares del tinerfeño le permiten jugar solo en la punta del ataque y fabricarse numerosas ocasiones, nacidas muchas de un pelotazo cualquiera. Además, ha aprendido a gestionar los desmarques en largo con paciencia, alejándose del fuera de juego. La consecuencia ha sido no solo la mejoría personal sino su influencia en el juego de ataque del equipo.

El Zaragoza no es lo mismo sin Ángel. No puede serlo con Dongou, un jugador técnico pero menos vivo, más estático. Puede ayudar de alguna manera en el juego de espaldas, pero malvive en general en zonas alejadas del área. Ni hablar de Samaras, a quien tanto necesitó el Zaragoza ante el Valladolid. Cinco minutos le dio Láinez, que lo ve para poca cosa. Como el resto. «He hablado con Samaras y hay en cosas que ya se siente más integrado. Pero todavía tenemos que regular bien los cambios porque lo que no quiero es quedarme con uno menos nada más empezar». Está claro.

«Vienen tres partidos vitales para nosotros», afirmó ayer el delantero antes de iniciar el desplazamiento hacia Andalucía, donde el Zaragoza se mide al Almería. «Los tres próximos rivales están en zona de descenso y ahora mismo son rivales directos en nuestro objetivo. Tenemos que salir a ganar cada partido». Mirados uno a uno (Almería, Mallorca, Mirandés), quizá el primero sea el más difícil. «Tiene un equipazo, una plantilla que se creó para subir a Primera, y tenemos que estar preparados para afrontarlo e intentar sacarlo adelante. Si ganásemos en Almería sería un buen golpe en la tabla clasificatoria».

Sin duda, si el equipo de Láinez gana en el Mediterráneo dejará el descenso a 6 puntos, un colchón respetable. Pesan menos las bajas de Cabrera y Lanzarote que la vuelta de Ángel, a quien el técnico le cambiará la compañía. No estará Lanzarote en la derecha, así que el vacío lo debería llenar Cani, el futbolista más parecido al catalán. Al contrario que en la zaga, donde le dio a Casado toda la importancia, Láinez no desveló sus planes de ataque. Bien al contrario, dejó caer que habrá una variante. Puede ser Edu García, futbolista de condiciones distintas, si mantiene el mismo sistema. Las otras alternativas conllevarían un cambio estructural.

Vuelve el mejor para liderar al Zaragoza con entusiasmo y goles. 16 lleva. Si marca hoy superará la mejor marca en una temporada de su historia desde que accedió al fútbol profesional. La logró en el Elche. Media docena de años después, a punto de cumplir los 30, Ángel se ha convertido en el mejor.