En los primeros diseños del mercado de enero por parte del Real Zaragoza hace dos meses no estaban contemplados los refuerzos. No lo permitía la economía, al estar el límite salarial cubierto, y había confianza en una plantilla amplia, de 22 jugadores, más Guti, Zalaya y Raí, con todos los puestos doblados. Para enero solo quedaba la decisión sobre si hacer ficha o no a Wilk tras su largo tiempo de baja por su lesión de rodilla, pero el paso de las semanas devolvió a Zalaya y a Raí al filial y el bajo rendimiento ha propiciado que se empiecen a abrir las puertas para enero. De hecho, Lalo Arantegui comenzó mirando refuerzos para el próximo junio, un central sobre todo, aunque cada vez es más probable que ese fichaje para el eje de la defensa se acelere para este enero. Eso, como mínimo.

Para que esa operación se pueda dar es clave que haya una salida en la defensa para disponer de un hueco de masa salarial para acometer ese refuerzo. Y es Valentín el señalado. Si el Zaragoza encuentra acomodo para el defensa canario intentará ese refuerzo en el eje, donde Mikel González es casi indiscutible, aunque su nivel no esté siendo el esperado, Verdasca ha tenido una aportación irregular y tampoco Grippo está respondiendo a las expectativas hechas a su llegada.

Pero es Valentín el que peor rendimiento ha dado. El canario se quedó en la plantilla este verano porque Lalo le tenía fe (lo había llevado al Huesca) después de llegar en enero pasado del club oscense. Sin embargo, hizo una mala pretemporada y comenzó de titular ante el Tenerife y el Granada en Liga. Ya no ha vuelto a tener minutos en el campeonato y solo jugó los partidos de Copa ante el Lugo y el Valencia.

Valentín tiene contrato hasta el 2019 y, si no sale en enero, se le intentaría buscar acomodo en verano, salvo, claro está, que su situación cambie mucho en los próximos meses. El club busca para el eje un defensa con experiencia en la categoría y que tenga una adaptación rápida.

Como cualquier director deportivo, aunque en el caso de Lalo Arantegui hasta más, ya que tiene como dogma de fe el trabajar con mucha antelación, el Zaragoza ya está moviéndose en el mercado desde hace días, con el objetivo en enero y sobre todo en junio. Esa segunda meta exige trabajar en dos escenarios, uno más realista en la continuidad en la categoría de plata, donde es casi imposible que siguieran futbolistas como Borja Iglesias o Aleix Febas, y otro en el caso de un posible ascenso que ahora mismo está lejano.