Los jugadores abandonaron el estadio contrariados y comprensivos con las protestas de los aficionados que les estaban esperando. "Si yo fuera aficionado pensaría lo mismo, estaría insultando como ellos porque me gustaría ver ganar a mi equipo", aseguró Franco Zuculini. El argentino añadió que el equipo se encuentra en un momento "en el que no nos sale nada" y que no entendía lo que le ocurría al grupo. "Antes de saltar a jugar estamos conectados, pero después sentimos una presión que nos afecta. Los jugadores están, la técnica está y solo hay que cambiar la cabeza".

Zuculini aseguró que "no va a venir ningún mago" y que iban a tener que ser ellos los que saquen al Zaragoza adelante. En similares términos se expresó Luis García. "Tenemos esperanza y ganas de sacar esto adelante. No hay ninguna varita mágica, solo el trabajo y estar unidos. El equipo necesita una desconexión y volver de las vacaciones como si fuera una nueva temporada", explicó el delantero asturiano. "El equipo lo ha intentado, pero todo nos sale al revés. Cuando mejor estábamos jugando, nos han hecho una contra y el gol", se lamentó Luis García tras el partido.