Es más que una anécdota que los dos porteros titulares del duelo de hoy tengan pasaporte marroquí y más aún que ambos ya hayan jugado con la selección del país africano. No es de extrañar que el entrenador de porteros de Marruecos, Jaled Fuhami, acuda a La Romareda para ver en directo a Yassine Bounou Bono y a Munir Mohand. Los dos coincidieron en la selección en el amistoso ante Uruguay del 28 de marzo, donde Bono fue citado pero no jugó por estar en el tramo final de su recuperación, y Munir debutó tras conseguir la doble nacionalidad, ya que es nacido en Melilla, pero tiene ascendencia marroquí.

El entrenador de porteros elaborará un informe con vídeo sobre el desempeño de los dos arqueros y se reunirá con los entrenadores de porteros del Zaragoza y el Numancia, ya que ambos son el futuro de esa selección que dirige el exguardameta Ezaki Badou. Munir (10-5-89) va a cumplir los 26 años, mientras que Bono (5-4-91) tiene 24. Ambos, además, estaban el curso pasado en Segunda B, Bono con el filial del Atlético y Munir con el Melilla y han debutado en esta temporada en Segunda.

Munir inauguró la cuenta de fichajes del Numancia el pasado verano. Lo hizo sin apenas hacer ruido en un salto por tres temporadas, ya que firmó hasta el 2017. Comenzó como suplente de Biel Ribas, pero Anquela le dio paso en la novena jornada para jugar un total de 14 consecutivas y convencer a los técnicos de Marruecos que había que mirar a la portería del equipo soriano para ver a un posible internacional. La obtención de la doble nacionalidad hizo el resto y, aunque Anquela volvió a dar la camiseta de titular a Biel Ribas el tren de la selección no se le escapó a Munir, que también ha recuperado la plaza en la portería numantina en los dos últimos choques ligueros.

En total, ha jugado 16 encuentros de Liga (22 goles y 1.530 minutos) y dos de Copa en este curso. Con su 1,90 de altura, es un guardameta que destaca por su presencia física y por su sobriedad bajo palos. Es fiable en el juego aéreo y tiene su mayor déficit en el juego con los pies.

El tobogán de Bono

El perfil sobre el césped de Munir se asemeja bastante al de Bono, aunque quizá el zaragocista es más completo que el portero del Numancia. Nacido en Montreal (Canadá), Bono comenzó en el Wydad Athletic de Casablanca --de esa ciudad son sus padres-- y en el 2012 fichó por el Atlético de Madrid, donde militó en el filial hasta el pasado verano para llegar cedido al Zaragoza por un curso.

El debut de Bono en la selección marroquí llegó mucho antes que el de Munir, el 14 de agosto del 2013 ante Burkina Faso, pero su paso por Segunda ha tenido más dificultades que el de su compatriota. Comenzó sin jugar por la decidida apuesta de Víctor en Whalley, lo que le llevó a pensar en su salida.

Popovic esperó para darle la alternativa hasta el duelo ante la UD Las Palmas, donde encajó cinco goles. Sin embargo, después fue capaz de dejar su portería a cero cinco encuentros seguidos y rozar entrar en la leyenda que en el Zaragoza integran Manolo Villanova y César Láinez, que llegaron hasta seis citas consecutivas. Una lesión en el cuádriceps en Vitoria le sacó del equipo y volvió, tras un mes y medio de baja, a la titularidad ante el Betis, con cuatro dianas encajadas. En total, ha jugado ocho encuentros (701 minutos) en este curso y ha recibido 12 tantos.