La afición del Real Zaragoza, como es habitual durante toda la temporada, acompañará al equipo lejos de La Romareda y, en Reus, un desplazamiento cómodo a pesar de ser en viernes, no será una excepción. Las peñas agotaron las 110 entradas que el conjunto catalán les cedió y, en apenas media hora, el Real Zaragoza también despachó las 200 que se le asignaron. A pesar de que varios seguidores se quedaron sin billetes, eso no impedirá que más gente se desplace por su cuenta a la ciudad tarraconense, por lo que las previsiones auguran una presencia de más de medio millar de zaragocistas.

Se espera un gran ambiente en las gradas del Estadi Municipal. De normal, la entrada media al campo es de alrededor de 3.000 espectadores, algo menos que en la pasada campaña debido a la subida de los abonos. Para hoy los cálculos son de unos 4.000 seguidores entre ambas aficiones, por lo que prácticamente se llenará el estadio debido a que tiene una capacidad de 4.500 asientos.

Sin embargo, ayer el Reus Deportiu tuvo que aclarar la polémica que se generó por la entrada de aficionados zaragocistas en la zona de los seguidores locales. Todo comenzó con una respuesta del club en la que se daba a entender que no podían acceder al campo con símbolos del Real Zaragoza. En el comunicado emitido ayer, el conjunto catalán explicó que «solamente puede vender entradas a la afición visitante para la zona destinada a la afición visitante», así como que «ya está completa», pero agregó que «obviamente, cualquier aficionado visitante, en este caso del Real Zaragoza, podrá acceder al Estadi Municipal de Reus con cualquier vestimenta, siempre que respete la normativa vigente sobre violencia, racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte».

Además, prosigue el escrito, «desde el CF Reus estamos convencidos de que el viernes (por hoy) se verá un gran ambiente en las gradas del Estadi, donde reinará el respeto entre clubs y aficiones», por lo que el malentendido quedó subsanado.