Solo posee el Real Zaragoza 18 fichas profesionales, una limitación que, de salida, impide tener dos jugadores por puesto, aunque en la plantilla haya varios futbolistas con ficha del filial (Whalley, Rico o Vallejo). Con todo, es la plaza de mediocentro la que más competencia tiene, con cinco jugadores para repartirse dos plazas, salvo que Popovic recupere el trivote con el que jugó ante Las Palmas o Leganés.

En la sala de máquinas han sido fijos Dorca y Galarreta, pero su bajón de rendimiento, aunque en el caso del vasco su nivel nunca fue excelso, la irrupción de Basha como opción muy fiable en la contención tras superar las lesiones, la incorporación de Natxo Insa en este enero y la alternativa de Lolo, centrocampista natural que ha jugado más de central, donde su nivel ha sido flojo, auguran un quebradero de cabeza para Popovic.

De momento, tanta concurrencia en ese espacio ya se ha cobrado una víctima: Tierno. El canterano había sido un fijo en las convocatorias, aunque sin apenas minutos, salvo ante el Racing para sustituir a Galarreta, sancionado. Sin embargo, ya no fue citado ante el Recre y apunta a jugar ya en el filial si supera sus molestias en la espalda.

Dorca es el segundo jugador con más minutos de la plantilla (1.800 repartidos en 20 partidos) y ha sido fijo para Víctor y para Popovic como pivote en la medular. El buen nivel de su arranque liguero le convirtió en miembro indiscutible del pasillo de seguridad del once, pero ese nivel ha bajado. En los últimos tres partidos ha compartido papel en la sala de máquinas con Basha en el intento de Popovic de aumentar la seguridad defensiva.

Pero, si Dorca ya puede empezar a ver su puesto amenazado, mucho más consciente de esa amenaza debe ser Ruiz de Galarreta, que es el quinto jugador con más minutos (1.566 en 21 choques). Es, de hecho, junto a Borja, el único que solo se ha perdido un encuentro. Pero Víctor ya lo sentó en el banquillo antes de irse, en Soria, y Popovic lo hizo ante el Recre después de que el vasco no aportara mucho en la mediapunta, donde quiere llegar a demasiadas cosas. De Galarreta se espera mucho, pero de momento va a tener que volver a ganarse la plaza fija como timón en la sala de máquinas.

En Natxo Insa habita un centrocampista más físico que Galarreta, pero que también puede asumir los galones para llevar el peso del juego. Y su llegada en enero tiene que estar asociada a la necesidad de mejorar la sala de máquinas y eso implica que asuma minutos. No tiene mucho sentido fichar en enero a jugadores que no vayan a tener espacio. Y mucho menos con las limitaciones del Zaragoza.

Basha se ha ganado un puesto fijo después de un calvario de lesiones. Su partido ante el Recre, con gol incluido, fue más que convincente y reforzó las buenas sensaciones que dio ante Las Palmas y Leganés. Basha ahora es el pivote de contención del equipo, el puesto también natural para Lolo, donde más cómodo se siente, mucho más que de central, donde la necesidad ha hecho que jugara muchas más veces.