Gonzalo Melero llegó al Huesca en el verano del 2016 sin hacer mucho ruido tras bajar con la Ponferradina. La apuesta de Lalo Arantegui, entonces director deportivo oscense, no pudo ser más certera y, tras una buena primera temporada en El Alcoraz, en la segunda está siendo, bajo la batuta de Rubi, un futbolista clave en el Huesca, con fútbol y con goles. Ya hizo siete la temporada pasada, pero en la actual firma ya seis en este inicio y es el jugador referencia de los azulgranas, además de ser el centrocampista con más gol de toda la categoría de plata.

Rubi ha adelantado a más cerca del área rival, en la mediapunta, la posición en el campo del madrileño, criado en La Fábrica de Valdebebas y que se marchó a la Ponferradina en enero del 2015 ante las pocas oportunidades que tenía en el Castilla de Zidane, avalado por José Manuel Díaz, que lo había tenido en la cantera madridista.

Melero, que firmó por el Huesca en el verano pasado hasta el 2020 tras no ejecutar el Madrid la opción que tenía sobre él, ha ganado presencia en el campo, pero también en el vestuario, ya que es el segundo capitán del equipo, tras el eterno Camacho, y fue elegido por sus compañeros, con un peso indudable en ese grupo. El paso adelante del jugador es, pues, a todos los niveles.

Su gran inicio de temporada desde su nueva ubicación por delante de la medular augura que va a tomar el testigo de otros jugadores que ya llegaron al Huesca para vivir años decisivos en sus carreras, dejando claro el acierto del club en sus apuestas de futuro. Rubén Castro, Fran Mérida o Samu Saiz ya representaban ese buen tino del Huesca. Ahora, le toca el turno a Melero, que apunta a jugoso traspaso el próximo verano.

Samu Sáiz y el Leeds

El Leeds, que milita en la Championship, pagó 3,5 millones de euros por Samu Sáiz, aunque el 50% de esa cifra fue al Atlético de Madrid, por donde pasó el mediapunta, igual que antes por los filiales del Getafe, del Madrid, del Sevilla Atlético y del Almería. En el Huesca logró por fin explotar. Llegó en el 2015 al conjunto oscense, pero fue la temporada pasada la que encumbró al veloz futbolista madrileño, que firmó a las órdenes de Anquela 12 goles en 40 jornadas para que Víctor Orta, director deportivo del Leeds, apostara muy fuerte por él.

Fran Mérida logró que en El Alcoraz su fútbol volviera a tener brillo. Fue una de las joyas de la cantera del Barça, lo fichó el Arsenal con solo 16 años, pero su carrera fue perdiendo vuelo (Real Sociedad, Atlético, Braga y Hércules) para acabar en el Atlético Paranaense de Brasil, donde ni siquiera era titular y no fue renovado en el 2014. Estaba sin equipo y en enero del 2015 lo ficho el Huesca para jugar en Segunda B. Fue un acierto pleno. Clave en el retorno a la categoría de plata y renovado hasta 2019 nada más lograr el ascenso, Mérida, que ha estado varias veces en la agenda del Zaragoza estos años, volvió a lucir con fuerza en la 15-16, siendo la referencia del juego del Huesca en la medular y anotando 7 goles en Liga. Osasuna, en su vuelta a Primera, pagó 500.000 euros por el centrocampista.

Y Rubén Castro relanzó su carrera como delantero en el Huesca en la 08-09, con 14 goles entre Liga y Copa. El Deportivo aún lo cedió un año después otra vez al Rayo, pero el Betis lo fichó en el 2010 y el ariete canario vivió su mejor etapa allí.