La apuesta exótica del Zaragoza de Arantegui se puso ayer por primera vez la camiseta blanquilla. No lo hizo en La Romareda, sino junto al Ebro, en el Aura, lugar elegido por el club para presentar a Giorgi Papunashvili, un georgiano llamado a ser una de las piezas de referencia en el ataque zaragocista. «Para mí es una responsabilidad muy grande, pero soy un futbolista muy ambicioso y quiero llegar a jugar en Primera. Creo que el equipo tiene opciones de ascender. El lugar que ocupa ahora en Segunda División no es el que le corresponde», dijo el zurdo, que hace un par de semanas se proclamó campeón de la Liga georgiana con el Dinamo Tbilisi.

Papunashvili es el primer georgiano en la historia del Zaragoza, que ha tratado de estirar sus recursos en un mercado inusual. Llega con 21 años (22 en septiembre), un contrato de cuatro temporadas y un reto claro. «Es un objetivo personal para mí ascender con el Zaragoza a Primera, soy una persona ambiciosa», dijo en sus primeras palabras, en las que aseguró haber tenido «muchas ofertas» de equipos de Segunda División. «Me decidí por el Zaragoza porque es un equipo que me encanta. Voy a dar todo de mi parte para el equipo», manifestó.

El Zaragoza contrata a un futbolista zurdo, acostumbrado a jugar caído a la derecha pero que también puede desenvolverse en posiciones interiores. «Es complicado hablar de mí mismo, pero me definiría como un buen jugador que quiere darlo todo por el Zaragoza. Me siento más cómodo jugando de centrocampista, pero jugaré donde le haga falta al equipo».

Pidió que le llamaran Papu desde su llegada y es el nombre que el Zaragoza le puso en la camiseta. «Claro que había oído cosas del equipo y de la ciudad, pero llevo aquí solo tres días y me queda mucho por investigar y por aprender de Zaragoza», explicó el georgiano, que hace un par de años ya tuvo una experiencia lejos de casa. La prueba alemana no salió bien. Lo contrató el Werder Bremen para que jugara en el filial, pero a mitad de temporada regresó a Tiflis, a su Dinamo, donde ha desarrollado toda su carrera profesional.

Papunashvili realizó todas sus declaraciones a través de una intérprete de la embajada georgiana en Madrid. «Quiero aprender a hablar español lo antes posible. Dentro de tres días voy a empezar a dar clases y prometo que la próxima vez que hable lo haré en castellano».