Hace casi dos semanas el Real Zaragoza comunicó a Oliver Buff que facilitaría su salida en caso de que llegara alguna oferta que al centrocampista suizo le resultase atractiva ya que iba a tener difícil jugar de titular con Idiakez. No se le pidió que se fuera, pero sí se le abrió una puerta por la que de momento el jugador no sale, ya que aún no cuenta con ninguna propuesta que juzgue interesante y sigue convencido de que puede hacerse un hueco en el once zaragocista. De todos modos, sus agentes están trabajando esa vía de salida, en Suiza y Alemania, sobre todo, pero también en otros países, aunque no parece fácil que llegue una oferta que colme las aspiraciones del Zaragoza y del futbolista.

El precio de salida que ha fijado el Zaragoza por Buff, que cumplió 26 años el pasado 3 de agosto, es de un millón de euros, ya que en ningún caso se le dará la carta de libertad o se rescindirá su contrato, de un año más con posibilidad de prorrogarlo hasta 2020 si disputa 25 partidos oficiales. El club quiere traspasar a Buff, hacer una venta que libere el salario del jugador suizo, lo que permitiría una apuesta más fuerte por el delantero que se quiere fichar (Álvaro Vázquez) y que también suponga un respiro para las arcas zaragocistas. Hay que tener en cuenta que el 25% de cualquier traspaso va para el convenio con Hacienda y ese mismo porcentaje también va para el convenio de acreedores activado el pasado 2 de julio.

Sin embargo, es en la práctica imposible que llegue una oferta de un millón de euros por Buff y la hipótesis más realista habla de alcanzar más o menos la mitad de esa cifra, unos 500.000 euros. Con esos parámetros trabajan sus agentes. En Suiza, donde se formó y jugó hasta el año pasado en el Zúrich, el jugador tiene cartel, pero es casi imposible que un club allí pague esa cantidad, mientras que su temporada en el Zaragoza tampoco hace sencillo que un equipo de otro país que no sea Suiza apueste tan fuerte por el centrocampista, que además se siente a gusto en Zaragoza. Así, su salida en estos momentos no se plantea sencilla y el club, aunque le abrió la puerta para su marcha, tampoco ve ningún problema en que se quede porque hay confianza en la entidad en la calidad del jugador para que eleve su rendimiento de la primera temporada.

Buff llegó al Zaragoza hace un año con la carta de libertad y en su primera temporada disputó 31 partidos oficiales, entre Liga, promoción y Copa, aunque no gozó de un estatus de titular fijo y su rendimiento tuvo altibajos. En su posición en la parte más adelantada del rombo cuenta con la competencia de Papunashvili, Pombo o Igbekeme, además de la irrupción de Soro.

RAÍ, EL OTRO CASO / Mucho más segura que la salida de Buff es la de Raí, al que se le busca un destino, preferentemente en forma de cesión, para que tenga unos minutos que el brasileño no va a tener en el primer equipo mientras que su etapa en el Aragón ya se ha dado por finalizada. Raí no ha conseguido convencer a Idiakez en la pretemporada.