El Zaragoza tiene la firme intención de reforzarse en enero. De hecho, ya lo intentó al dar de baja por la grave lesión a Obradovic, pero las limitaciones del mercado y la economía lo impidieron. Ahora, el club mira a su delantera y a su eje como prioridades. Un punta rematador y un central (o en su defecto un lateral) son los objetivos, con un mediocentro como tercera posibilidad, y hace tiempo que la entidad rastrea opciones. Y Jiménez ya ha dicho en varias ocasiones lo importante que es el fondo de armario en algunas posiciones. El técnico no quiere fichar por fichar, pero sí traer refuerzos que aporten al equipo.

Molinos fue menos claro. "Los fichajes son un tema de los técnicos. Y Cuartero podría haber respondido mejor a esto. De momento, no está pensada la incorporación de nadie en enero, aunque no lo puedo decir al 100% porque nadie sabe qué puede ocurrir. En el club no hay ninguna inquietud y el equipo está funcionando bien", aseguró el presidente zaragocista, que también habló de las posibles salidas. "No se ha pensado en absoluto en desprendernos de ningún jugador, aunque otra cosa es que llegue una oferta que pueda hacer cambiar eso". Doblas, Lanzaro o Javi Álamo están en la rampa de salida este enero.

Molinos reiteró su total independencia. "Hago mi trabajo con total libertad y se está respetando al pie de la letra todo lo pactado con Agapito". Ese pacto es por un año, lo que choca con la duración de 5 que su puesto de presidente tiene en el Consejo. El dirigente insistió en respetar el compromiso de un año, "lo que no quiere decir que no pueda estar en otro cometido más adelante".