El Real Zaragoza no ha conseguido llegar a un acuerdo con Javier Paredes y José María Movilla y se verá las caras con los dos en el juzgado por la demanda que interpusieron ambos por su despido el 25 de febrero pasado. La vista oral de Movilla está prevista en los juzgados de Zaragoza para mañana y, la de Paredes, para el próximo lunes. El excentrocampista reclama al club más de un millón de euros (1,152 millones), mientras que la petición del lateral, ahora en el Albacete, es de tres millones.

El club ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con ambos para evitar el juicio. Ha habido más posibilidades de evitarlo en el caso de Paredes, porque Movilla se ha negado casi en redondo a negociar pese a que el enfado de ambos era sobre todo con el comportamiento del anterior director general, Jesús García Pitarch, y con una entidad de la que era máximo accionista Agapito Iglesias y, desde el verano, ni uno ni otro están en la SAD después de que la Fundación Zaragoza 2032 se hiciera con la mayoría accionarial del club aragonés.

Tanto Movilla como Paredes tenían solucionadas sus cantidades hasta diciembre del 2013, porque así se exigió desde la Comisión Mixta de la Liga y de la AFE por las demandas que presentaron ellos dos y también José Mari, que finalmente sí llegó a un acuerdo amistoso para su salida. En el caso de Movilla, que tenía contrato hasta 2015, a razón de más de 250.000 euros por temporada, el Zaragoza le ofrece una cifra que incluiría la totalidad del contrato que tenía pendiente de cobrar y una indemnización bastante próxima a la establecida. En total, la cantidad que se le ofrece rondaría el medio millón.

LOS DOS AÑOS DE 'MOVI'

Sin embargo, Movilla pide la indemnización correspondiente desde que llegó al club por primera vez, en enero del 2004 y hasta junio del 2007 --después estuvo en Murcia y Rayo-- y no desde el septiembre del 2012, cuando regresó. Además, también habría incluido en su reclamación daños morales. Hay que recordar que el Pelado renovó en verano del 2013 por dos campañas alegando motivos familiares, algo a lo que el club accedió. "Quería pelear por la custodia de mis hijos y traérmelos. Por eso necesitaba demostrar ante el juez una estabilidad de trabajo y que podía estar con ellos. Cuartero y Agapito me dieron los dos años", comentó en su rueda de prensa de despedida el 25 de marzo.

Con Paredes, la propuesta que ha tenido sobre la mesa es similar a la de Movilla. Al Jabalí, que tenía contrato hasta junio pasado con una posibilidad de renovar por un año más si jugaba 14 partidos o se lesionaba de gravedad, le quedaban unos 130.000 euros de cobrar de la ficha, pero en su caso la indemnización por despido sí es mayor porque llevaba en el club desde 2007.

La propuesta del Zaragoza se aproxima a lo que le correspondería cobrar por lo que le restaba de contrato y esa indemnización, pero no contempla otras peticiones que el defensa ha incluido en su demanda, como por ejemplo la cláusula de rescisión que tenía el jugador en caso de que algún club intentara su fichaje. Tanto a Movilla como a Paredes se les ha pedido desde el Zaragoza en esa negociación que acepten cobrar la cantidad acordada en varios plazos, pero al no haber acuerdo no se ha llegado a negociar esos plazos.

TRES DEMANDAS

Movilla y Paredes fueron despedidos el 25 de febrero después de un conflicto que se inició en diciembre del 2013 cuando se les invitó a dejar el club. Los dos, y José Mari, que puso rumbo a la MLS de Estados Unidos y ahora está en el Levante, demandaron a los pocos días por impago ante la Comisión Mixta de la LFP y la AFE y ahí ya hubo un punto de no retorno, y un conflicto que, con Movilla, derivó en un expediente disciplinario y en una suspensión de empleo y sueldo un mes.