El Numancia quiere darle una alegría a su afición en el conocido como derbi del Moncayo, frente al Zaragoza, para lo que el equipo soriano quiere mantener su nivel competitivo pero mejorar su eficacia ante la meta rival, en una semana en la que ambos equipos se han enzarzado en una polémica institucional.

En una semana atípica también por la disputa de tres encuentros oficiales, el entrenador Jagoba Arrasate volverá a oxigenar el once, con el objetivo de no dar un paso atrás en el nivel competitivo que está demostrando y buscar ese plus que le permita al equipo materializar las ocasiones que genera.

No hay duda que al equipo soriano, aparte de un poco más de suerte, le está faltando ser más vertical y sobre todo más eficaz de cara a la portería rival.

Para ello, el Numancia quiere tener más la posesión y obligarle a ir detrás del balón al Zaragoza.

Por lo demás, el derbi del Moncayo llega con el ambiente enrarecido entre las aficiones debido a la polémica generada esta semana por el comunicado emitido por el Zaragoza y la réplica del Numancia, con la moratoria de la deuda al Tesoro Público del equipo aragonés y su posible destino para fichajes, posibilidad que rechazó el club soriano, junto con otros siete equipos, en el seno de la LFP.

El Zaragoza quiere lograr en terreno soriano su primera victoria de la temporada fuera de su feudo. El conjunto aragonés, que deberá afrontar su segundo partido consecutivo lejos de La Romareda, espera conseguir los tres puntos en Los Pajaritos para mantenerse en el grupo de cabeza de la tabla clasificatoria.

Sin embargo, deberá hacerlo sobreponiéndose a las bajas con las que afronta el choque y con la necesidad de mejorar su rendimiento global ya que no parece ser capaz de combinar la solvencia defensiva con el acierto ofensivo.

El hecho de que, como dice su técnico, Luis Milla, sea todavía un equipo en crecimiento está haciendo que se muestre irregular y que no sea capaz de combinar ambas facetas del juego.

A este respecto da la sensación de que es como la famosa manta corta con la que si te tapas la cabeza de destapas los pies y al contrario.

En el aspecto puramente deportivo el conjunto maño afronta este enfrentamiento con las bajas de Dongou, Wilk, Cani y Xumetra, este último que finalmente no se ha recuperado del esguince de tobillo que sufrió hace dos jornadas.

Por contra, podrá contar con su último fichaje, José Enrique, una vez que el técnico ha considerado que ha mejorado su condición física desde su llegada y que puede aportar cosas al equipo en caso de que fuera necesario su concurso.

También podrá contar el preparador turolense con Zapater, Marcelo Silva, Lanzarote y Cabrera, que arrastran ligeros problemas físicos y que han estado entre algodones desde el partido del pasado martes contra el Nástic de Tarragona.

Aún así las bajas han obligado a Luis Milla a tirar del filial nuevamente al tener que convocar a Pombo.

Con respecto al encuentro contra el conjunto tarraconense, Luis Milla podría introducir un solo cambio en el once titular, la presencia de Erik Morán.

Fran, Javi Ros o Barrera son los candidatos a dejar su puesto en la línea medular al jugador vasco.