Tiene el Real Zaragoza muchas razones para subir a Primera, sobre todo apelando a la entidad, a la historia, a la afición y aún más si se quiere a la economía del club. Y cuenta el equipo de Ranko Popovic con el sexto puesto, el último de la promoción, casi amarrado, con una plaza que abre un minitorneo de dos semanas para decidir el tercer billete a la élite. A todo el abanico de razones que se quieran poner para ese ascenso se añade una más y es que la Liga ya ha deslizado al club que, por el estricto control económico que mantiene sobre el fútbol profesional, el límite salarial que tendrá para la plantilla en la categoría de plata será menor que el que ha tenido esta temporada, donde, según los rectores zaragocistas, la cifra neta ha ascendido a 2,7 millones. Es decir, que aún tendrá menos dinero para el asalto a la élite, aunque al menos el castigo de las 18 fichas profesionales sí que se va a levantar con total seguridad.

En principio, el Zaragoza, en Segunda, tendría para la próxima temporada hasta 22 fichas, pero menos dinero para cubrirlas, es decir un salario medio aún más bajo que este curso, con más futbolistas en el entorno del salario mínimo establecido, que en los jugadores profesionales ronda los 65.000 euros brutos.

EN NEGOCIACIÓN

La decisión de la LFP aún no es firme y el Zaragoza, desde que el pasado 30 de abril presentó toda la documentación, como el resto de clubs, continúa negociando con la Liga, acreditando posibles vías de ingresos y de reducción de deuda para intentar tener más límite salarial, aunque los rectores del club asumen que va a ser más que muy difícil mover en demasía la posición de la patronal. No se puede olvidar que las propias cuentas del club, presentadas en la última Junta General Extraordinaria, establecerán una deuda el 30 de junio --tras una drástica reducción en este curso-- de 92 millones. El Zaragoza, con sus ingresos de Segunda, es un equipo con cifras económicas dramáticas, casi de liquidación, y a eso se atiene la Liga de Fútbol para sus parámetros.

El panorama en Primera cambia de forma absoluta, sobre todo por el aumento de los ingresos televisivos, y la vía de la casi amarrada promoción hace que el club sueñe con que todo lo negociado con la Liga para la próxima campaña en Segunda se quede en agua de borrajas. Hay esbozos de plan en la élite, pero a día de hoy --y en los últimos meses también ha sido así o incluso con un panorama peor, ya que el playoff llegó a estar mucho más difícil--, la opción más factible es la permanencia en la categoría de plata, por lo que es en la que más se ha trabajado.

No tener tanto dinero para los salarios de la plantilla no es un obstáculo total para no ascender. El Girona está a un paso de subir de forma directa y su límite salarial es el segundo más bajo de la categoría, con dos millones, solo por encima del Llagostera (1,9), que hasta esta semana ha pensado en la promoción. Y hay casos inversos. Osasuna, con casi ocho millones, ha sido el segundo que más dinero ha tenido para su plantilla y está en descenso a Segunda B y el Mallorca, el cuarto con 5,6, ha pasado infinidad de apuros. Sin embargo, es indudable que mayores posibilidades económicas dan más opciones para subir y la primera postura de la Liga, una vez presentados los números, no ha gustado en las oficinas zaragocistas, aunque aún se confía en la fuerza de la negociación en caso de que no se logre el ascenso.

El Zaragoza, con esos 2,7 millones y 18 fichas profesionales, fue el décimo club en límite salarial de la plantilla en esta temporada, si bien en los datos que facilitó la Liga al principio de curso elevaba esa cantidad por encima de los 3,5 millones, lo que le hacía ser el octavo. El Betis, ya ascendido con los 13,6 millones que tuvo para confeccionar el equipo, es el que más margen ha tenido. Le siguen Osasuna (7,9), Valladolid (6,4), Mallorca (5,6), Sporting (5,1), Las Palmas (4,8) y Alcorcón (4,1).