Hace ahora justo un año, Juan Ramón López Muñiz (Gijón, 2-11-1968) estuvo cerca de llegar a La Romareda. Él y Ranko Popovic constituían el dúo de candidatos del club para sustituir a Víctor Muñoz, de insostenible relación con los dirigentes zaragocistas. Tras la derrota en Soria, la entidad acometió el relevo y la decisión estaba ya tomada en la apuesta por Popovic, el preferido por el club, ya que López Muñiz tenía a su favor la bendición de la dirección deportiva, de Martín González, con el que guarda una muy buena relación desde que ambos coincidieron en la 96-97 en el Rayo, cuando sus carreras de futbolistas ya estaban a punto de finalizar. Este verano López Muñiz se decidió por la oferta del Alcorcón y hoy se enfrenta al equipo que pudo coger hace solo doce meses.

Cuatro años a la sombra de Juande Ramos (2010-14) en el Dnipro han servido al técnico asturiano para vivir, según asegura, una experiencia muy positiva en un país asolado por los conflictos, pero también han puesto en el segundo plano una carrera como primer entrenador que adquirió brillo en el Málaga y, en menor medida, en el Racing. En el ADN futbolístico de López Muñiz está su faceta defensiva, posición que ocupaba en el campo, y eso marca su estilo como técnico. De este modo, construye equipos que compiten bien, intensos y con gusto por las transiciones rápidas, el perfil perfecto para esta Segunda. Además, tiene buena mano en el manejo de vestuarios, algo que sabe bien Juande Ramos, mucho más arisco y que tenía en él a ese contrapeso para llevar a un grupo.

Málaga, su segunda casa

Con Juande empezó su carrera en los banquillos el ahora técnico del Alcorcón, que le acompañó en el Espanyol y en el Málaga antes de volar solo en el Marbella en el 2006. El Málaga de Fernando Sanz apostó por él para relevar a Marcos Alonso e indemnizó al club marbellí para llevarse a un técnico que Sanz conocía bien de su época de jugador. Consiguió el ascenso en la 07-08, con una plantilla casi a coste cero y donde, por el concurso de acreedores y las apreturas que sufría la entidad costasoleña, hizo también las veces de director deportivo.

Esa etapa permitió descubrir otra faceta de López Muñiz como muy buen conocedor del mercado: Rossato, Hélder Rosario, el exzaragocista Eliseu, Carpintero, Peragón, Baha, Weligton, que todavía sigue en el club... Otros exzaragocistas como Apoño o Hidalgo también estaban en aquel Málaga

De ahí se marchó al Racing, al que Marcelino había dejado en Europa. Completó la temporada en el conjunto cántabro, al que llevó hasta la liguilla de la UEFA, pero no caló en Santander y Fernando Sanz no dudó en su retorno en el verano del 2009, donde no tuvo esta vez poder para confeccionar la plantilla. El Málaga logró la salvación en el último partido en una temporada difícil en la que a López Muñiz no le tembló el pulso para relegar a vacas sagradas como Luque y para subir hasta a 12 canteranos, ante los déficits que tenía la plantilla, como Iván González, Javi López o Toribio, al que se ha llevado ahora al Alcorcón. La llegada del jeque Al Thani supuso su salida del Málaga y el inicio de su aventura ucraniana.

El curso pasado pudo dirigir al Zaragoza y también fue opción del Tenerife para sustituir a a Álvaro Cervera. Sin embargo, fue el Alcorcón, donde López Muñiz tiene buena relación con el gerente del club y donde le convenció la seriedad de la entidad alfarera tras la llegada del empresario belga Roland Duchatelet, el destino del entrenador, que también contó con una oferta del Córdoba. Allí se rodeó de malagueños, como Álvaro Reina, segundo entrenador y Óscar Caro, preparador físico, mientras que al entrenador de porteros, Toni Mengual, también le conoce de su etapa en La Rosaleda, señal de que es el club que más le marcó como entrenador. Un buen comienzo y más dudas en las últimas jornadas presiden por ahora la etapa de López Muñiz en Santo Domingo en su regreso a los banquillos en España.