El Real Zaragoza terminó sufriendo para seguir adelante en la Copa del Rey, pero para cuando le llegó la pájara ya se había comido más de media tarta frente a un Deportivo con muy poco azúcar y casi nada de hierro en la sangre. El encuentro dio oportunidades a futbolistas poco o nada habituales y para que Imanol Idiakez se apuntara a un plan sin delanteros. Con Gual descartado para la cita y Medina y Álvaro calentando banquillo, el técnico depositó toda la pólvora ofensiva en un tridente de mediapuntas. Le salió redondo porque Papunashvili cogió el fusil en el minuto 6 y marcó con la derecha como lo hubiera hecho con la izquierda. Aún mejor. Un disparo violento y ajustado al palo estableció diferencias abismales entre un Real Zaragoza que va con el viento de cola y un Deportivo que tiró por la borda 45 minutos para enfriamiento de Ratón. Pombo se instaló en punta y Buff, de enganche por todo el frente. Era un escenario ideal para Soro, que apareció al final, con el encuentro de caída y sus compañeros resoplando. Pero en estos momentos, Idiakez lanza un billete de 5 euros al aire y le cae otro de 200. No, en nada tuvo que ver la fortuna para superar la eliminatoria. Sencillamente el fútbol premio al más valiente.

El equipo de Natxo González regresó del descanso con mejor pinta y Cartabia eregido en mariscal de campo. Todo pasó por sus botas y casi todo con sentido, reconstruyendo a un Deportivo sin chicha en ataque pero dominador del balón. En pleno reactivación coruñesa, Buff puso una pelota en la cabeza de Pombo y el zaragozano remató dentro como un delantero centro de toda la vida. En plena semana grande de celebraciones, a los dos minutos Cartabia hizo un butrón por el eje de la defensa local, se coló y con mucho tiempo para pensar batió a Ratón en su salida. Igbekeme y Ros, quienes en el primer capítulo habían sostenido al Real Zaragoza junto a un Aguirre muy participativo, empezaron a acusar el desgaste. Mosquera entró en calor y los coruñeses tuvieron sus ocasiones para empatar, sobre todo tras un tiro de Michael Krohn-Dehli que escupió el palo en plena crisis local.

Natxo González metió a Carlos Fernández y al exzaragocista Pedro para confirmar la reacción. Idiakez prefirió a Álvaro y Soro para responder en algún contragolpe. Ni a uno ni a otro les salieron las cosas como esperaban, aunque al Real Zaragoza le fue suficiente con contener las acometidas. Papu, Pombo y Buff habían hecho bien su trabajo de respostería para que el conjunto aragonés continúe en en el torneo.