Arranca la segunda vuelta el Zaragoza con la visita a La Romareda de un Recreativo que, sobre el papel, es una víctima propicia para el cuadro aragonés, que recuperó sensaciones victoriosas ante el Leganés tras el mal comienzo del 2015 y que debe dar un nuevo paso al frente para sellar el pleno de seis puntos en los dos partidos consecutivos que tiene ante su gente. Ya hizo la mitad de la faena ante el conjunto pepinero y ahora le toca terminar de cumplir con el onubense para seguir enganchado a la parte alta, quizá para asaltar ya la sexta y última plaza de promoción --el objetivo ahora, ya que el ascenso directo anda lejos--, aunque para eso es necesario ganar y que la Ponferradina no lo haga en el Heliodoro.

La semana ha sido positiva para el Zaragoza, que espera redondearla con su segunda victoria seguida. Y es que retomó la senda del triunfo en La Romareda, aunque con más efectividad que fútbol, porque el partido con el Leganés fue gris, logró un esperado acuerdo con Hacienda, imprescindible para la viabilidad del club --aunque ese convenio hace que el ascenso tenga que ser más que una obligación, a ser posible en esta temporada o, como mucho, en la próxima--, se puso al día en los pagos a la plantilla y el personal de la SAD y, además, ya ha llegado el primer fichaje, Natxo Insa, que ayer ya fue incluido en la citación. En teoría, además del centrocampista, habrá otra incorporación más, un delantero y, tras desfilar por la puerta de salida Diogo, la intención es que lo haga Tato.

Con tanto movimiento, el partido ante el Recre ha quedado casi en segundo plano. El rival, que solo ha sumado un punto de los últimos 24 y una victoria en tres meses y medio, los que lleva sin dejar la portería a cero, desde la octava jornada, llega en caída libre hacia Segunda B, si bien ayer el Decano empezó a ver la luz con el principio de acuerdo con la AEAT. Eso es un alivio para un club que adeuda 5 meses y un millón de euros a su plantilla, que también puede notar el empujón anímico de saber que sus problemas parecen solucionarse.

LA DUDA CON MARIO En todo caso, ese empujón tiene que ser más claro en el Zaragoza, cuyos jugadores, a los que no se les adeudaba tanto como a los del Recre, ya han visto cómo el trabajo serio en la entidad da sus frutos. Ahora les toca a ellos en el campo... Al menos, lograron levantarse tras el varapalo de la segunda parte en el Estadio de Gran Canaria, unido al de la derrota con el Valladolid en casa, dos partidos que desvelaron las carencias de un equipo al que de momento no le ha alcanzado para luchar por el ascenso directo. Estar a un paso de la promoción en el ecuador es mucho dado el verano que vivió la SAD y poco si se mira la historia, la afición y el grado de necesidad de subir que tiene el club. En esa dicotomía se mueve el zaragocismo.

Popovic no va a tocar mucho el equipo tras la victoria ante el Leganés. Es probable que nada. Ha recuperado a Lolo, pero lo lógico y justo es que empiece en el banquillo y el serbio duda con Mario, que ya jugó unos minutos ante el Leganés. El central no es titular desde el 22 de noviembre, cuando se lesionó en un gemelo que ha tenido una rehabilitación casi eterna. Está para jugar de nuevo, pero Popovic no quiere correr riesgos con él, la visita a Osasuna es un duelo duro y la defensa cumplió ante el Leganés. Mario es el mejor central de la plantilla, pero también el más tendente a las lesiones.

Si juega Mario, Cabrera pasará al lateral zurdo, donde mejor ha rendido, y Rico, al banquillo. Pero la impresión es que Popovic va a esperar hasta El Sadar con el canario. El resto serán los mismos, incluido el trivote en el medio con Basha, Dorca y con Galarreta más adelantado. A ver si también más entonado... Sin Eldin y con Insa en el banquillo para superar a un Recre que no cuenta con Montoro, sancionado, ni con otras bajas, incluida la del exzaragocista Braulio, y que llega en precario, con seis jugadores del filial, aunque sí se ha recuperado el meta Sotres.