Llamó la atención en la primera lista de Imanol Idiakez la ausencia de uno de los cinco fichajes de este verano, el colombiano Jeison Medina, que entró primero en la citación de 21 y fue después uno de los tres descartes por decisión técnica para no sentarse ni en el banquillo.

Con el ariete colombiano, cedido por dos años desde Los Leones de Itagüí, la consigna en el Zaragoza por ahora es la paciencia, la necesidad de que pase por un proceso de adaptación, física y mental, y ni en el club ni en su entorno hay nervios ni preocupación. Se sigue creyendo firmemente en que Jeison Medina puede aportar cosas en este Zaragoza, aunque la llegada de otro delantero, Álvaro Vázquez salvo sorpresa inesperada, todavía aumentará la competencia en la delantera, en un puesto donde ya están Marc Gual y Pombo, al que Idiakez ve mejor más cerca del área, y donde está pendiente la recuperación de Toquero, si bien a esta aún le quedan algunas semanas para tener el alta competitiva.

El Zaragoza cerró la cesión de Jeison Medina a finales de abril. Lalo Arantegui viajó a Colombia y el jugador tenía también el visto bueno del entonces entrenador, Natxo González, aunque ahora el que está en el banquillo es Idiakez, un dato que tampoco hay que pasar por alto.

Desde el momento en que se cerró la cesión por dos años el futbolista dejó de entrenarse y de jugar con su club en Colombia hasta que comenzó a ejercitarse con el Zaragoza el pasado 9 de julio. Es decir, unos dos meses y medio fuera de ese trabajo que pasaron factura cuando el delantero se calzó las botas. Lo hicieron en forma de peaje físico y de una lesión en el aductor, una contractura, que sufrió en Boltaña, y de la que quizá volvió también más rápido de lo debido, fruto sin duda de las ganas de agradar y de hacerse un sitio del punta.

Con ese parón físico, con los altibajos de su trabajo en los últimos meses y con la necesaria adaptación al ritmo del fútbol europeo, algo que algunos compatriotas como Arias, ahora en el Atlético, o Lerma, ex del Levante, ya pagaron, Medina no está ahora mismo a su nivel más alto, teniendo en cuenta que es un delantero de potencia y de ir al espacio, cualidades que requieren que esté al 100%.

El colombiano vio puerta ante el Teruel y su protagonismo ha ido bajando, pero se estima que irá a más en unas semanas. Eso sí, en el caso de que no lo haga, el Zaragoza no tendría la obligación de quedárselo un segundo año cedido, ya que ese préstamo con opción de compra se puede romper el próximo verano.