"Quizá soy yo el gafe", dijo Marcelino con una sonrisa en los labios después de la derrota en el debut liguero ante el Levante en el Ciudad de Valencia aludiendo a que nunca como entrenador de equipos profesionales --Sporting de Gijón (03-05), Recreativo (05-07), Racing de Santander (07) y Zaragoza-- había comenzado un campeonato con una victoria. En el conjunto aragonés tampoco logró romper ese maleficio, pero sí ha abierto una estadística negativa que no tiene precedentes en su carrera como técnico de Primera o Segunda División. Nunca antes, en las cinco temporadas que precedieron a su llegada a La Romareda, pasó de la tercera jornada sin ganar en lo que supone su peor comienzo en un banquillo hasta el momento.

Es innegable el éxito que ha vivido Marcelino en su etapa en los banquillos, pero también la tendencia negativa y hasta desesperante que sufre el Zaragoza en la historia reciente. Y en esa especie de pulso la balanza se decanta por el momento hacia el lado negativo, ya que la buena estrella del entrenador asturiano aún se ha dejado sentir por La Romareda, aunque aún tiene mucho tiempo por delante para que aparezca. Una derrota, ante el Levante, y dos empates, frente a Real Sociedad y Las Palmas, componen su bagaje como técnico zaragocista hasta el momento, con solo dos puntos y un discreto y hasta decepcionante decimosexto puesto en Segunda.

De Gijón al Sardinero

Nunca se vio Marcelino con una puntuación tan baja tras tres jornadas de Liga. Su bautismo en el Sporting en el curso 03-04 fue duro, con dos derrotas en las dos primeras jornadas --Getafe (0-2) y Alavés (2-1)--, pero sumó el botín de la victoria en la tercera, frente al Algeciras (3-2) para coleccionar tres puntos en el arranque y para iniciar una reacción meteórica que puso al conjunto asturiano a las puertas del ascenso, aunque dilapidó su ventaja en el tramo final.

Tuvo un comienzo mejor en su segundo año como técnico del primer equipo gijonés. Una derrota de salida ante el Recreativo (0-1), pero dos victorias después, frente a Murcia (1-3) y Celta (1-0), para llegar a la tercera jornada con seis puntos de nueve. Sin embargo, el Sporting quedó ese año muy lejos del ascenso al final de esa campaña, ya que acabó undécimo.

Tampoco en la élite

Ya en el Recreativo y todavía en Segunda (05-06) pasó las tres primeras citas con cuatro puntos, tras una derrota contra el Ciudad de Murcia (3-1), una victoria con el Tenerife (3-1) y un empate con el Sporting (1-1), aunque al final del curso logró subir con el conjunto onubense. Casi calcó el inicio en la campaña siguiente (06-07) y con el Recre en Primera: un empate, una victoria fuera y una derrota casera --Mallorca (1-1), Villarreal (0-1) y Levante (0-1)-- para conseguir cuatro puntos de nueve posibles. Con el conjunto onubense logró una permanencia holgada en ese curso y un meritorio octavo puesto final.

Mientras, en el Racing, pasó las tres jornadas iniciales sin caer derrotado, porque empató en casa con el Barcelona (0-0), con el Zaragoza en La Romareda (1-1) y superó al Levante (1-0) para sumar cinco puntos a estas alturas en una premonición de lo que fue un año inolvidable en El Sardinero, ya que el conjunto cántabro logró una plaza con billete de UEFA.