Las difíciles relaciones que mantienen el Ayuntamiento de Zaragoza y el club vivieron ayer otro capítulo después de que a última hora de la mañana la entidad zaragocista comunicara al departamento de protocolo del consistorio que no acudirían a la tradicional recepción previa al comienzo de cada temporada y en la que están además del alcalde, Pedro Santisteve, una representación de los diferentes grupos municipales.

En la subvención de 800.000 euros, concedida por el ayuntamiento y sobre la que no hay un acuerdo en la forma en que será recibida por el Zaragoza, está la explicación para este plantón del club, que esta mañana solo acudirá a la Basílica del Pilar a las 13.30 horas. Una hora antes Pablo Híjar, concejal de Deportes, ofrecerá una rueda de prensa para explicar la versión del ayuntamiento, desde donde ayer se dejaba notar la perplejidad por la decisión zaragocista.

En su web oficial, el Zaragoza explicó, tras comunicar su decisión al ayuntamiento, el porqué de su negativa. «Tras una reflexión ponderada y con el máximo respeto a la institución, el club ha decidido, sin embargo, no acudir a la habitual visita al ayuntamiento. El Real Zaragoza considera inapropiado asistir al consistorio cuando el equipo de gobierno municipal actual no ha mostrado voluntad de colaborar con el club e incluso ha puesto obstáculos al impulso del proyecto», asegura la entidad, que después añade: «El Real Zaragoza es y será embajador principal de los valores de la ciudad, de las virtudes y la singular forma de ser de sus ciudadanos. Por eso, es responsabilidad del club -como lo viene haciendo desde que se fundó- trabajar por defender con orgullo su prestigio y su buen nombre allá por donde viaja».

El Zaragoza considera que el pago de esa subvención de 800.000 euros, aprobada en los presupuestos de este año del ayuntamiento, debe llegar de forma directa y en su totalidad en una cantidad que se juzga como vital para cuadrar sus presupuestos. El club aduce que así se aprobó en la enmienda. Mientras, la última propuesta del consistorio está basada en un reparto «a tercios» mediante el cual 300.000 euros irían destinados al cambio de los asientos del estadio, 250.000 euros al fomento del fútbol base (para un campus urbano o para jornadas de tecnificación por ejemplo) y los otros 250.000 euros a un contrato de patrocinio por la promoción de la ciudad. Así la negociación está encallada y no hay avances.

De este modo, la habitual doble visita, a la basílica y al ayuntamiento, se quedará esta vez solo en una ofrenda a la patrona en la que estarán los componentes del consejo, de la directiva y la plantilla y el cuerpo técnico, en un acto al que podrán acudir los aficionados del equipo zaragocista.

Desde el consistorio, la reacción fue de tremenda sorpresa cuando se les comunicó la decisión del club. En un primer momento se valoró no dar respuesta, pero por la tarde fuentes del ayuntamiento explicaron su «perplejidad ante la decisión de los propietarios de la SAD de no asistir a la tradicional recepción en el ayuntamiento en la que, como siempre, estaban citados todos los grupos municipales».

«El gobierno no entiende qué ha cambiado de repente, 24 horas antes del encuentro, varias semanas después de formalizar la invitación, y con la negociación todavía abierta respecto al convenio de colaboración entre ayuntamiento y Real Zaragoza. Hay que recordar que el ayuntamiento sigue a la espera de respuesta tras proponer un convenio por valor de 800.000 euros para fomento del fútbol base, promoción de la ciudad y mejoras en La Romareda. Esta propuesta sería la mayor línea de colaboración con el Real Zaragoza llevada a cabo en las últimas décadas por parte del ayuntamiento», añaden.

Desde el ayuntamiento se desea, en cualquier caso, «los mayores éxitos en la nueva temporada al Real Zaragoza, cuya entidad y afición están por encima de sus actuales propietarios y de las diferencias que estos puedan tener con el equipo de gobierno municipal», concluyen.