En un rondo le hizo ayer un mal giro la rodilla izquierda a Pombo, la misma que se lesionó con el Deportivo Aragón en mayo del 2015, con una rotura de cruzado y de menisco. Intentó seguir, pero las molestias se lo impidieron. Hoy está previsto que se le haga una resonancia magnética, pero la cercanía del partido del sábado ante el Cádiz invita a pensar que su baja se unirá a la de Mikel González. Esa es la impresión que se tiene en el club, en sus médicos, mientras que el futbolista es más optimista en que se quede en un susto, aunque también está a expensas del diagnóstico. Está claro que no es una lesión grave, que no hay temor a una nueva rotura en esa rodilla, aunque sí las pruebas podrían establecer que sufre un leve esguince de rodilla, lo que le dejaría fuera tres semanas y eso supondría su adiós a lo que resta de 2017. No solo al partido ante el Cádiz, también a las citas ante el Albacete y el Valladolid.

Pombo notó la molestia en un rondo nada más hacer los estiramientos y la carrera inicial. Terminó esa fase de la sesión y empezó la de los disparos a puerta en jugadas de combinación. Ahí ya se dio cuenta de que no podía seguir por ese dolor y decidió abandonar el trabajo con el grupo por precaución. Se le hizo entonces una primera exploración y hoy se le harán pruebas. El mediapunta empezó la temporada como titular en los dos primeros partidos y después ha tenido un protagonismo irregular, con altibajos. En los dos últimos encuentros de Liga no ha jugado y en total acumula nueve citas ligueras y 382 minutos y otras cuatro de Copa, con 314. En el torneo copero anotó dos goles y otro más en Liga, decisivo para ganar al Rayo Vallecano.

La baja del mediapunta fue la nota más destacada de un entrenamiento a puertas abiertas donde tampoco estuvo con el grupo Mikel González, que sigue recuperándose de la rotura de fibras en el abductor que sufrió contra el Reus. Al central aún le quedan unas dos semanas para volver, por lo que en el mejor de los casos llegaría para el duelo ante el Valladolid, el último del 2017.

VINÍCIUS Y EL ONCE

Por su parte, el delantero brasileño, que se ejercitó el martes al margen del grupo, lo hizo ayer con total normalidad y ya está recuperado del golpe que sufrió en El Molinón el pasado domingo. Así, su presencia en el once ante el Cádiz es segura. Vinícius ha jugado en las dos últimas jornadas como pareja en ataque de Borja Iglesias y todo apunta a que el sábado seguirá esa apuesta.

De hecho, en el once no se esperan novedades y hasta es factible que Natxo González repita alineación por primera vez en esta temporada. Ayer, en el partidillo final, el técnico juntó en ataque primero a Toquero con Vinícius y después al brasileño con Borja Iglesias, que acumula seis jornadas sin marcar.

Mientras, en la defensa titular siempre se alinearon ayer en los costados Delmás y Ángel. Pero el único cambio que se antoja factible, o al menos posible, es la entrada de Benito tras sus lesiones, ya que Natxo lo considera fundamental. Benito ya jugó en el tramo final en Gijón, pero lo hizo en la izquierda y no en su posición natural. Si Natxo mantiene eso, el que saldría del once sería Ángel, cuyo nivel no está siendo demasiado consistente en esta temporada. Delmás parece fijo en el costado derecho. Así, el once sería el formado por Cristian, Delmás, Grippo, Verdasca, Ángel o Benito, Zapater, Eguaras, Papu, Febas, Borja y Vinícius.