El entrenador del Real Zaragoza, Ranko Popovic, ha declarado hoy que su rival de mañana en el estadio de La Romareda, el Deportivo Alavés, es un equipo que juega "como siempre, con fuerza, ganas y actitud".

A este respecto ha añadido que tiene a jugadores del Alcorcón del año pasado y al entrenador y que cuentan con un estilo en el que van "al límite y van todos".

"Vi el partido contra el Almería e iban a por todos los balones al borde de la falta. Si nosotros estamos flojos nos pasarán por encima pero si estamos a la altura que debemos y jugando bien al fútbol nuestras posibilidades van a subir", ha destacado.

Popovic ha señalado que su equipo está obligado a ofrecer "algo" para que la afición se enganche y sobre este asunto ha apostillado que si juegan como en Lugo, peleando, van a dejar "muy poco espacio para los pesimistas y para los que quieren pitar".

"La gente está acumulando la rabia durante los años y a la mínima salta, pero es normal. Por eso nosotros debemos darle juego, aunque curiosamente los dos partidos en que hemos perdido hemos tenido más oportunidades para ganar. Con esos seis puntos podíamos ser líderes en solitario aún jugado igual de mal", ha resaltado.

El preparador balcánico desea que sus hombres tengan "más actitud y querer más", sin que eso presuponga que antes no la hubiera.

Igualmente espera que el Real Zaragoza se suelte, se olvide de la grada y que la provoque para los aplausos y no para los pitos y que eso se hace con "juego, actitud, deseo, ganas y jugando bien".

Ranko Popovic dice que ve al equipo "diferente, con ganas e ilusión" y que eso es lo más importante y que los jugadores salgan "sueltos al campo" y que ofrezcan "lo que se está esperando de ellos".

El entrenador del conjunto aragonés dice no querer poner excusas por el rendimiento del equipo, pero ha matizado que es un conjunto prácticamente nuevo con jugadores que tienen exigencias totalmente diferentes a las que tenían en sus anteriores equipos y que es necesario "tiempo" para acoplarse y por eso pide "paciencia" a la afición blanquilla.

"El año pasado el Manchester United gastó más de cien millones de euros y con apuros terminaron al final en competición europea porque tenían un equipo nuevo y les costó una temporada entera acoplarse", ha subrayado.

Popovic se toma la exigencia de la grada zaragocista hacia el equipo como la de alguien que "respeta y quiere" a los jugadores porque sabe de lo que pueden ser capaces de lograr y que así debe tomárselo el equipo, y también ha reconocido que están obligados a "ofrecer más" a sus seguidores.