Postiga no se va a ir ahora. Si se va, me tienen que llevar con él. Yo no lo voy a dejar, cogemos, nos ponemos cadenas y nos encadenamos los dos en el Pilar. No se puede ir". Así de contundente se mostró Jiménez. Y es que ha habido verdadero peligro de que el portugués se marchara en enero, pero el técnico ha logrado salirse con la suya y, salvo sorpresa, Postiga acabará la temporada aquí. Otra cosa será en junio, donde su continuidad será casi imposible, pero eso será otro cantar. El técnico ha puesto mucho empeño en ello, pese al deseo de Jorge Mendes, su agente, en ese traspaso ahora y también a la necesidad del club aragonés, al propio interés de Agapito en vender a un delantero que ha completado un espectacular arranque de curso y al que le queda contrato hasta el 2014.

Con una visión solo económica el momento idóneo para el traspaso de Postiga es el actual. En junio ya solo le quedará un año como zaragocista, por lo que el margen de negociación será menor. Sin embargo, es casi un suicidio deportivo que salga ahora, porque el Zaragoza se quedaría sin su referencia y tendría que traer a dos arietes en enero --el objetivo es ya fichar a uno--. La cláusula de Postiga es de 20 millones y las dos ofertas no llegan a la mitad de esa cifra. Una procede de Alemania --podría ser el Hamburgo-- y otra de uno de los equipos de Moscú, además de un fuerte interés del Bursaspor turco. La más apetitosa para el jugador es la de la Bundesliga, por motivos deportivos, pero también económicos.

Postiga, cuya relación con Jiménez es magnífica, ha decidido quedarse hasta junio. Ya en verano Mendes intentó que se fuera al Levante o al Dépor. Ahora, su cotización se ha disparado. "Es un referente y solo se iría ahora si hay un loco que paga una barbaridad y no puedes retenerlo. Me voy a pelear con quien haga falta para que no se vaya. Si puede ser, nunca. Si no tiene más remedio que irse cuando acabe la temporada se irá porque tenga que venir uno mejor que Postiga", dijo Jiménez.