Fue Manu Lanzarote el mejor del partido ante el Nástic y también el protagonista de un penalti fallado que pudo devolver al Zaragoza el punto que la injusticia arbitral le había arrebatado unos minutos antes. Lo mandó a las nubes y las horas posteriores fueron duras, como así admitían en su entorno, para el extremo barcelonés, que recibió innumerables mensajes de ánimo, a muchos los contestó y a otros aprovechó las redes sociales, Twitter en concreto, para hacerlo. "Gracias por los mensajes de ánimo. Triste por la oportunidad perdida. Haremos autocrítica para ganar en Huesca. Todo vuelve en el fútbol", escribió.

El jugador, como no podía ser de otra manera, le dio vueltas a ese lanzamiento, aunque más a la sensación de oportunidad perdida, al duro golpe que era la derrota ante el Nástic. Sobre la pena máxima, una idea sí rondó su cabeza. No vio clave la fea actitud del portero del Nástic intentando ponerle nervioso, ni la de algunos compañeros de este machacando el punto de penalti, todo con la pasividad arbitral. Y es que Lanza es un futbolista tranquilo, con un buen golpeo con la zurda, como ha dejado patente muchas veces, y que está acostumbrado a tirar penaltis.

Eso sí, piensa el futbolista que debió tomarse unos segundos más de reflexión cuando el árbitro dio la orden, que lanzó el penalti demasiado deprisa, como si ya estuviera pensando más en el segundo gol, en el de la victoria, que en el del empate que implicaba convertir esa pena máxima. Esa rapidez en la ejecución le jugó una mala pasada, aunque es obvio que solo el que lanza una pena máxima está expuesto a fallarla, algo que le ha pasado a los mejores especialistas.

Porque Lanzarote también se le puede encuadrar en esa categoría. Ha tirado muchos penaltis en su carrera. Por ejemplo, era el encargado en el Sant Andreu (07-10) de hacerlo. También, ya como profesional, en el Sabadell de Lluís Carreras (11-13). Ahí, en el conjunto arlequinado, lanzó cinco penas máximas y las transformó todas, ante Sporting, Murcia, Recre, Huesca y Guadalajara. La que falló el domingo en La Romareda fue la primera de su carrera profesional.

Charla con Carreras

Lo hizo en un momento clave, a punto de acabar un partido que el Zaragoza no debió perder y cuya derrota supone un varapalo importante, decisivo sobre todo en las opciones de ascenso directo, que se quedan muy lejanas. Cinco goles y cuatro asistencias desde que llegó en enero dan lustre al rol de Lanza como futbolista decisivo, por no hablar de que su influencia y aportación en ataque han aumentado en la recta final, mereciendo una renovación para la que de momento no hay avances.

Toda esa aportación no la tapa la pena máxima fallada ante el Nástic. El entorno del jugador aseguraba ayer que ya se ha levantado por completo tras el golpe y Carreras lo constató en una charla al comienzo del entrenamiento que duró unos diez minutos mientras sus compañeros se ejercitaban con suavidad. "Lanza está bien. Si hay otro penalti démosle el balón porque tiene la personalidad suficiente. No sé qué le dijo el portero, pero él estaba tranquilo y tiene la personalidad para encarar esa situación. Los penaltis o se meten o se fallan, no hay que darle más vueltas", señaló Manu Herrera sobre su compañero.