El Real Zaragoza vive hoy su primer gran duelo de la temporada, un partido ante la Unión Deportiva Las Palmas de Manolo Jiménez que es todo un test de fuerza para los de Imanol Idiakez, que han empezado la temporada con un triunfo que debió ser más cómodo ante el Rayo Majadahonda y un gris empate en Reus. Hoy la prueba tiene más envergadura, porque el rival, recién descendido de Primera, posee una de las mejores plantillas de Segunda, con hasta 17 fichajes y llega a una Romareda donde el Zaragoza fue muy fuerte la temporada pasada y lo ha mantenido en el comienzo de la actual.

El duelo es entre dos aspirantes al ascenso, uno por presupuesto, porque la ayuda al descenso así lo dictamina, y otro, el Zaragoza, porque acabó tercero el curso pasado, ha mantenido mucha de su plantilla y se ha reforzado bien en un vestuario en el que sobre la bocina del final mercado de fichajes no hubo novedades, ni se marcharon Buff o Raí ni lo hizo Lasure, con la amenaza final del Eibar. El Zaragoza tiene buena pinta en esta temporada, con argumentos de sobra para estar arriba y para demostrarlo no hay mejor prueba que vencer a todo un candidato a subir en el que Manolo Jiménez regresa a La Romareda más de un lustro después de su salida, con el descenso a Segunda un año más tarde de que el técnico firmase una permanencia milagrosa. El de Arahal ha vuelto a la Liga tras un periplo exitoso en el Al Rayyan de Qatar y, sobre todo, en el AEK, al que hizo campeón de Liga en Grecia.

Conoce bien Jiménez lo que significa el aliento de una Romareda que en los últimos años ha aprendido a ser más paciente con las necesidades de los suyos, pero igual de entregada para llevar en volandas a un Zaragoza que necesita de todos para volver a Primera. Bien lo ha entendido la parroquia zaragocista, como lo demuestran los cerca de 26.000 socios que lleva ya la entidad.

Al amparo de su gente, el Zaragoza suma en este 2018 11 victorias, un empate y dos derrotas, claro que una de ellas no fue en Liga y sí en el doloroso playoff ante el Numancia, donde se cortó el deseo, labrado en una reacción espectacular en la segunda vuelta, de volver a la élite. En ello está ahora el equipo zaragocista, en una categoría que se hace eterna con sus 42 jornadas, pero en la que luchar por el ascenso directo -el playoff ya ha quedado claro que es una lotería tras dos saltos frustrados por esa vía-- exige fallar muy poco, aún menos ante rivales en teoría directos.

DOS CAMBIOS EN EL ONCE

Idiakez ha empezado la Liga repitiendo once de inicio en los dos primeros partidos. Hoy no lo hará por tercera vez porque la ausencia de Lasure deja a Diego Aguirre como candidato al lateral zurdo, ya que la opción de Nieto parece más remota. Álvaro Vázquez sería la otra novedad. El punta cedido por el Espanyol ya tuvo minutos en Reus y tanto por convicción deportiva como económica apunta a contar con muchos partidos de titular en esta temporada. Hoy sería su estreno de inicio, lo que obligaría a un cambio en ataque, donde Marc Gual, Pombo y Buff se rifan dos puestos. La teoría dice que es el suizo el que más números tiene de quedarse fuera para que Pombo retrase su posición a la mediapunta y Gual haga dúo con Álvaro Vázquez.

Esa posición en la mediapunta debería tener el nombre de Soro por su fútbol en pretemporada y sus buenos minutos en Reus, pero es probable que tenga que aguardar turno de nuevo, aunque al menos Idiakez deja claro citación tras citación que cuenta con él. Con Eguaras en el tramo final de su recuperación, la posibilidad de que Zapater, que lleva dos semanas con el grupo tras una pretemporada casi en blanco por una lesión muscular, entre de inicio no parece lo más factible porque llega muy justo de forma. Verdasca no es que vaya sobrado en el pivote, pero a Idiakez parece gustarle esa solución de emergencia con Javi Ros y James Igbekeme de escoltas.

Las Palmas firma una gran remodelación con muchos fichajes, algunos de renombre como el exzaragocista Galarreta, Maikel Mesa, Rubén Castro, Cala, Fidel... Ha empezado con una victoria cómoda y un empate, ambos en su feudo, y con Rubén Castro, que le tiene tomada la medida al Zaragoza, como arma letal.