El Real Zaragoza busca meter de lleno la quinta velocidad con la visita del Lorca, casi desahuciado, a La Romareda. Quiere alcanzar la manita de victorias consecutivas, tras vencer a Lugo, Nástic, Oviedo y Numancia, y pretende sumar el repóquer de triunfos seguidos en casa (Tenerife, Córdoba, Lugo y Oviedo) para aumentar su excelsa racha que le ha colocado en plena reacción con destino al playoff y a los puestos altos de la tabla, ya que es el mejor equipo de esta segunda vuelta. El Municipal, con 4.100 entradas vendidas, presentará el aspecto de los días grandes en esta primera matinal (12.00 horas) de la actual temporada, señal de que la afición está enganchada y cree en un equipo que, tras innumerables dudas y demasiadas muestras de irregularidad, es un cohete ahora mismo.

La consigna es no tropezar, ahora que se está en pleno vuelo, cuando llega el tramo más llano, un rival ya condenado, que no gana desde el 24 de noviembre y que está a 17 puntos de la salvación cuando quedan 39 por jugarse. Es decir, está pendiente de certificar un descenso matemático para el que va cuesta abajo y sin frenos, sobre todo desde que Fabri cogió las riendas del equipo (2 puntos de 27) y aún más cuando en enero la frustrada venta del club provocó una revolución de muchas salidas y menos llegadas que aún debilitó más a un equipo que desde el verano era un candidato firme a volver a Segunda B. Ahora, directamente, ya tiene todos los números para hacerlo.

Las dinámicas de ambos equipos hacen impensable cualquier otro resultado que no sea la victoria zaragocista. Los tres puntos están en las calculadoras de todos los zaragocistas, del club y de Natxo y los jugadores, por mucho que estos últimos hayan tenido que apelar a la prudencia y recordar que este Lorca fue capaz de empatar contra el Sporting y en Cádiz no hace demasiado. El Zaragoza tiene que amarrar estos tres puntos y después mirar a Pamplona, donde le espera un rival directo, como Osasuna, y el calendario más tarde trae otro equipo en descenso virtual a La Romareda, el Sevilla Atlético, y la visita a León para medirse a una Cultural que lucha por huir del infierno. Es decir, partidos propicios, salvo el de El Sadar, para engordar la cuenta de puntos.

El Zaragoza, que no ha pasado en toda la temporada de la décima plaza, tiene la gran ocasión de hacerlo en caso de victoria hoy. No entraría en playoff salvo una combinación muy difícil, que incluye una severa derrota osasunista y una clara victoria zaragocista. Eso sí, en esta jornada ya ha visto la derrota del Oviedo y la del Granada, el empate del Valladolid y hoy, otros rivales directos, como Numancia, Sporting, el propio Osasuna y Lugo juegan después que los de Natxo González contra equipos que luchan por huir de la zona baja. Si se cumple el guión y se gana al Lorca, habrá recorte fijo de nuevo con la zona de arriba.

EL PEOR VISITANTE / Esos 19 puntos de 24 en la segunda vuelta, los cuatro triunfos seguidos en La Romareda, tantos ya como en todo el año natural 2017 en casa, la mayor solvencia del equipo, que domina mejor el área rival (10 partidos seguidos marcando) y que es más sólido atrás… Muchas señales tiene este Zaragoza para confiar, por fin, en él y para soñar que el retorno a Primera, aunque sea por la vía del playoff, es posible, tras una remontada que, de culminarse, sería histórica y sin precedentes recientes en la categoría de plata.

Desde la 08-09, donde en el tramo final del camino del ascenso a Primera con Marcelino fueron hasta seis los triunfos seguidos, no gana el Zaragoza cinco choques consecutivos. Hoy ante el Lorca lo puede y lo debe firmar para proseguir con este vuelo iniciado en el segundo tramo de la competición. El conjunto que dirige Fabri se presenta en La Romareda con la moral por los suelos por su mala racha y porque contra el Albacete en su feudo en la semana pasada se le fueron con la derrota las pocas esperanzas que podía tener de lograr el milagro de la salvación.

El Lorca es el peor visitante de la categoría, con solo cinco puntos y una victoria en 15 partidos, 12 de ellos saldados con derrota. Con ese currículum tan raquítico desembarca en el feudo del Zaragoza, de un Zaragoza lleno de confianza en su fútbol, con el respaldo de los buenos resultados y con su gente, con el zaragocismo, acudiendo de forma numerosa a la llamada para sumar un triunfo tan obligado como vital. Hoy no puede fallar, el quinto golpe seguido espera.