La venta de Jesús Vallejo al Madrid ha apenado a la inmensa mayoría del zaragocismo. En un año, el central zaragozano ha pasado de ser un juvenil que completaba la pretemporada con el primer equipo, al capitán y líder del conjunto aragonés. Por ello, preocupa que, una vez que la afición hubiera encontrado a su jugador referente, deje el club en un plazo tan corto de tiempo.

El traspaso del zaragocista genera mucha desilusión en la afición. Así se expresa José Vicente Casanova, presidente de la Federación de Peñas: "Supone una tristeza tremenda la pérdida de Vallejo porque consideramos que es un estandarte, no solo de la plantilla, sino del zaragocismo entero". Pepe Formento, presidente de la Peña Zaragocista Juan Señor de Alcorisa, cree que "es una gran pérdida porque Jesús Vallejo va a ser el central del siglo XXI y tiene un futuro tremendo".

Sin embargo, también se acepta con resignación que, en este momento histórico que está viviendo el Real Zaragoza, las necesidades económicas imperan sobre las deportivas. Y los aficionados son los primeros en saberlo. "Con más tiempo se podrían haber mejorado las condiciones de venta, pero la pega es que ese tiempo no existe; está en juego la supervivencia del club y eso son palabras mayores", comprende Casanova.

La cesión, clave

Dentro de la oferta del Real Madrid, también es importante que el capitán blanquillo se quede cedido un año más en Segunda y otra campaña en el caso de que el club zaragocista ascienda a la máxima categoría del fútbol español. "Dentro de lo malo que supone esta venta, es un detalle bueno. Además, yo estoy convencido de que si ascendemos, Vallejo querrá quedarse algún año más en la ciudad antes de irse a otro lado", comenta Alfredo Clavero, actual presidente de la peña Presentes por el Escudo.

Pero lo peor de todo es la nueva pérdida de otro referente, una figura que brillaba por su ausencia en los últimos años dentro de la plantilla zaragocista y que va a quedar resentida cuando el prometedor zaguero se marche. "Se ha convertido en un solo año en el icono del zaragocismo, y lo hemos perdido muy pronto; quizá por ello se nos queda un peor sabor de boca a todos", dice Formento. "A ver quién ocupa semejante hueco que deja vacío", sentencia el mismo presidente de la peña turolense.