Javi Ros recibió ayer a última hora de la tarde el alta médica tras haber permanecido en el Hospital Quironsalud en observación después de sufrir un fuerte golpe mandibular mediado el segundo periodo del partido disputado el sábado contra el Reus, en el estadio de La Romareda, Tras ser atendido, el centrocampista navarro saltó al campo de nuevo, pero unos minutos después al no encontrarse bien y sentirse conmocionado, se tumbó sobre el césped. Por ese motivo tuvo que abandonar el campo en camilla en el minuto 75 del encuentro.

Ros se encontraba bien cuando llegó al Hospital Quironsalud, pero los médicos le hicieron todas las pruebas para descartar cualquier lesión cerebral. El futbolista, como se suele hacer en estos casos, se quedó ingresado solo por precaución y ayer, tras observar que la evolución era buena, pudo dejar el centro sanitario. El centrocampista, de todos modos, va a tener tiempo para recuperarse de ese fuerte golpe que le propinó de forma involuntaria el jugador del Reus Vaz, ya que en Cádiz cumple ciclo de amonestaciones tras ver el sábado la quinta amarilla. Por ese motivo será baja por sanción para el partido que se disputará en el estadio en Ramón de Carranza.

El jugador navarro no era uno de los titulares fijos con Luis Millla, pero desde la llegada de Raúl Agné al banquillo del Zaragoza ha disfrutado de esa condición. Agné viene utilizando habitualmente un doble pivote en la medular formado por Ros y Zapater, pero ahora se verá obligado a buscarle al aragonés otro acompañante en campo del Cádiz.

Frente al Reus, tras verse obligado a retirarse Ros, su puesto fue ocupado por Álex Barrera, mientras que la otra alternativa de Raúl Agné para el encuentro frente al Cádiz sería ubicar en la medular a Erik Morán. El jugador vasco ha tenido hasta ahora un protagonismo residual, solo 13 minutos, desde la llegada del nuevo entrenador y es el candidato más claro ahora mismo a dejar el equipo zaragocista en el mercado de enero.