El Real Zaragoza todavía no ha dejado la portería a cero en ningún encuentro de Liga. Un aspecto que evidencia la problemática que afecta a la solidez defensiva del conjunto aragónes. Uno de los principales activos en la retaguardia, Ángel Martínez, compareció ayer en rueda de prensa y aseguró que «somos conscientes de que hay que mejorar en labores defensivas, pero no queremos obsesionarnos. Quizás nos falte esa pizca de suerte en algunos momentos puntuales. Estamos trabajando bien y acabará dando resultados».

Los laterales integran una de las posiciones que más sentido dan al modelo de juego sobre el que trabaja Natxo González. Su alta capacidad de llegada marca las pautas de un Zaragoza que se ha caracterizado en estas primeras jornadas por la profundidad de sus laterales en fase ofensiva. Los actores principales de este aspecto del juego son Alberto Benito y Ángel Martínez, viejos compañeros gracias a su etapa en el Reus y dentro del fútbol catalán. En la siguiente cita ante el Oviedo no compartirán titularidad, ya que el lateral de Altafulla sufrió una rotura fibrilar ante el Nástic.

Una baja sensible para el equipo por su capacidad para dar salida al balón y su labor punzante en ataque. El rendimiento de Benito quedó remarcado por Ángel Martínez: «Él es una pieza de gran importancia para nosotros. Ataca y encima defiende bien». Se estima que su periodo de baja sea de seis semanas, un margen de tiempo en el que Julián Delmás tomará su testigo y tendrá la oportunidad de ganar experiencia junto al primer equipo. Y es que el lateral es una demarcación que tiene un amplio fondo de armario. El lateral izquierdo está escudado por el defensor barcelonés y el canterano Daniel Lasure, además de la variación táctica que empleó Natxo González en Copa del Rey ante el Lugo, situando a Alain Oyarzun en el flanco izquierdo de la defensa. «Alain es un jugador que tiene mucha calidad con una zurda exquisita. Siempre es bueno tener otros futbolistas que puedan ayudar porque la Liga es muy larga», aseveró.

La rivalidad sana que surge en esas posiciones de la zaga es un aspecto positivo para el jugador blanquillo y para los intereses del equipo: «A mí me gusta la competencia, es un aspecto que te ayuda a rendir a un mejor nivel». La defensa deberá mejorar sus prestaciones para ofrecer una imagen más férrea en las próximas jornadas de Liga. El equipo está cada vez más curtido tras todo el trabajo que lleva la plantilla a sus espaldas. Los engranajes ya están engrasados y el sistema que plantea el técnico vitoriano cada vez es más reconocible. La plantilla zaragozana transmite una grata imagen en la mayoría de sus encuentros, pero los resultados no terminan llegando. Para Ángel Martínez no hay otra solución que no sea seguir trabajando bajo los mismos cánones de juego. «Debemos salir cada domingo a por los tres puntos. El equipo lleva cinco puntos, pero en la mayoría de partidos podía haber pasado de todo. Estamos trabajando en la senda de lo correcto, nos acabaremos llevando puntos. Ya no somos tan nuevos, nos vamos conociendo. Vamos a seguir trabajando para aprender de los errores», comentó.

El Real Zaragoza ha acusado en los últimos años la inestabilidad en la portería. Una demarcación un tanto sensible, ya que por las manos del cancerbero pasan muchas de las opciones del equipo para salir a flote en numerosos encuentros. Tras finalizar su proceso de adaptación física a las exigencias de Natxo González, el meta argentino Cristian Álvarez se consagró bajo los tres palos de La Romareda con una soberbia actuación ante el Nástic. El rosarino sostuvo al equipo cuando más lo necesitaba, como un portero de nivel sabe hacer. Ángel Martínez ya conocía al cancerbero de su etapa en el Espanyol: «A Cristian Álvarez nadie le ha regalado nada en e fútbol. Yo ya lo conocía de su etapa en el club perico. No me sorprende su nivel, realizó paradas que corresponden a un meta de un muy buen nivel. Supongo que cuando pase el tiempo y con más trabajo llegará a estar en un mejor estado».