El Real Zaragoza pretende rebajar en un 30% el coste salarial en el Expediente de Regulación de Empleo que anunció el pasado 9 de septiembre y en el que, como contó este diario, quiere extinguir 210 de los 292 contratos que hay entre el club (264) y la Fundación Real Zaragoza (28), teniendo en cuenta que alrededor de 170 de ellos son empleados fijos discontinuos, por ejemplo muchos de los que acuden los días de partido a La Romareda. El Zaragoza pretende externalizar muchas áreas, como ya hizo con los servicios médicos, y avisa que la cintura para negociar es estrecha.

No hay mucho margen en una negociación que, como tal, no ha empezado, más allá de las reuniones para exponer las intenciones. En todo caso, la intención del Zaragoza es llegar a un acuerdo con los trabajadores antes del 27 de octubre para que el comienzo de las extinciones de contratos empiece entonces y hasta el 30 de noviembre.

En esa rebaja hay que contabilizar la cifra que se ahorrará el club con las extinciones de esos contratos y el gasto en la contratación de las empresas que se hagan cargo de la externalización --con Coviar y Adecco ya se ha negociado--. Sin embargo, en el Zaragoza aclaran que esa medida no se basa solo en la reducción sino también por la necesidad de modernizar una entidad que juzgan anquilosada, con prácticas desfasadas, con departamentos donde hay duplicidad de personas para una sola tarea y con áreas con poca capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías. Y, además, el Zaragoza considera que la externalización de determinados servicios también va a suponer un incremento de la eficacia y de la efectividad.

LOS BAREMOS

En las áreas donde la rescisión de contratos marcada es del 100% de los empleados la cintura en la negociación es estrechísima, porque se quieren externalizar y, como mucho en alguno de esos departamentos se podría quedar una persona para su coordinación. Esas áreas son recepción, abonados, conserjes, mantenimiento, control, tienda y seguridad.

El margen es mayor en secretaría general, administración, márketing, prensa y área deportivo, exceptuando en este caso las plantillas del primer y del segundo equipo, que no están afectadas por este ERE. En estos departamentos la extinción de contratos va a rondar el 50%, pero el club ahí sí cree que va a tener más margen para negociar. Del mismo modo, entre los empleados que continúen --Cuartero, Checa y el doctor Villanueva tienen segura esa continuidad-- es más que factible que se producirán rebajas salariales, si bien éstas no serán lineales, sino que se estudiará cada caso en particular. En algunos se dará esa reducción y, en los que ya estén adecuados a la nueva realidad del club, no se tocarán.

El Zaragoza sí que deja claro que va tener toda la sensibilidad que pueda en cada caso y sobre todo con algunos empleados que llevan vinculados, ellos o familiares directos, muchos años a la entidad. De hecho, una de las premisas en la negociación con Coviar, con la que ya se tienen colaboraciones en la actualidad, y con Adecco Outsourcing es que traten de mantener el mayor número de trabajadores posible. Si bien, eso sí, éstos dentro de un año seguirían con las condiciones que marcaran las nuevas empresas. El Zaragoza aclara que no descarta otras alternativas de empresas para externalizar. Ya ha firmado con Quirón para los servicios médicos mientras que con Coviar, para la seguridad, y con Adecco, para diferentes áreas, ya se ha hablado y se han hecho números, pero también se van a tantear otras empresas.